Un sorpresivo hallazgo se detectó en el Colegio Nacional de Paraná el viernes por la tarde, en el marco de las obras de reconstrucción que se están realizando en el edificio, los obreros buscaban los desagües de la escuela y encontraron un aljibe de 10 metros, con una escalera de hierro. Adentro hay agua, no estancada sino que corriendo de forma permanente. Directivos solicitarán la presencia de historiadores para determinar su origen.
Está ubicado en el patio del establecimiento, frente a la biblioteca. Se trata de un pozo de 10 metros de profundidad que durante años estuvo cubierto con dos tapas de cemento. Pasaron generaciones completas por ese lugar y nunca antes descubrieron la cisterna.
Lo que más llamó la atención entre los descubridores es que el aljibe está forrado de ladrillos antiguos y una escalera de hierro baja hasta el fondo. Adentro, unos 10 centímetros de agua corren permanentemente. “El agua no está estancada, es cristalina y está corriendo permanentemente. Podría haber un túnel de agua hacia el fondo”, dijeron ayer los obreros mientras mostraban el hallazgo.
Mientras tanto, la directora de la escuela, Griselda Polter de Ferreira, contó que el descubrimiento acaparó la atención de todo el colegio que el viernes por la mañana estaba en clases. “Los alumnos querían sacar fotos o incluso bajar. Por supuesto que sólo bajó uno de los obreros y se mantuvo prendido a los últimos escalones de hierro”, dijo la directora a diario Uno.
Además adelantó que ahora solicitará la presencia de un grupo de historiadores que puedan determinar de qué se trata, cuántos años tiene y para qué se usaba en la antigüedad.
Origen incierto
En la escuela aún no saben si el pozo funcionaba como un aljibe, si es un desagüe o la entrada a un túnel. Tampoco conocen la cantidad de años que puede tener. Aunque, a simple vista se puede determinar que es una construcción histórica con más de 100 años, por el aspecto que tienen los ladrillos. “Tal vez podríamos mantener este aljibe con una cúpula de vidrio como el que está en la plaza 1º de Mayo”, dijo Polter al destacar la importancia que tiene este hallazgo para la historia de la ciudad.
¿Fantasmas?
La directora contó entre risas que el descubrimiento causa aún más misterio en la escuela ya que se vienen escuchando desde hace un tiempo historias de fantasmas. “El sereno de la obra dice que por las noches en la planta alta se escuchan chicos en el aula como si estuvieran dando clases en el lugar”, dijo la directora.
Además contó que también hay profesores que han escuchado cómo en el salón de alumnado, aún cuando no ha llegado nadie a trabajar, se escucha que alguien da vuelta las hojas de un cuaderno permanentemente. Son sólo historias, pero ahora con este túnel crecerá el mito.
Consultada sobre la historia del lugar donde se montó la escuela, la directora mencionó que antiguamente funcionaba un hotel de inmigrantes. Pero también destacó que el edificio está emplazado en lo que se conoció como el barrio de Los Negros, e incluso detrás del salón de usos múltiples se dice que existía el cementerio de “Los Negros”. Podría el aljibe formar parte de toda una historia que aún no se conoce a fondo en la ciudad. Será tarea para investigar.
Un misterio
En Paraná existe una amplia variedad de construcciones subterráneas en desuso, reconocibles en el presente o sepultadas que testimonian antiguas funciones y maneras de vivir, como así también los niveles de tecnología alcanzados en determinadas épocas. De igual manera, en muchos lugares su redescubrimiento, su salir a la luz después de décadas o incluso siglos de haber sucedido su último uso, ha generado un sinfín de especulaciones.
En Paraná desde hace años se habla de túneles que servían para actividades ilegales como el contrabando, o negadas al conocimiento público. Hay quienes sostuvieron, como Miguel Mernes, que existían más de 20 kilómetros de túneles que recorren la ciudad. Sin embargo otros han desmitificado la teoría y afirman que sólo se trata de desagües. Lo cierto es que gran parte de la población siente aún curiosidad y hasta sigue hablando de la existencia de una extensa red de “túneles”. Ahora el trabajo volverá a manos de los científicos para saber de qué se trata este nuevo hallazgo.
Estiman que la obra terminará antes de lo previsto
Los obreros trabajan desde hace apenas cuatro meses y han avanzado a pasos agigantados. Ayer, más de 45 personas estaban en plena ocupación. Cada uno en un puesto distinto trabajaba para cambiar la imagen de un edificio histórico que lucía muy deteriorado.
El capataz de la obra, Daniel Bournissent, dijo: “ya cambiamos todos los techos y terminamos de reparar algunas aulas del primer piso”, y mostró todos los detalles. Las aulas del primer piso ya están pintadas, tienen un sistema de iluminación moderno, nuevas ventanas y puertas.
Por el Colegio Nacional pasaron decenas de generaciones de paranaenses, de manera que esta obra de restauración implica no sólo una contribución a la educación, sino al patrimonio arquitectónico, cultural y afectivo de la ciudad.
(FUENTE: aimdigital.com.ar)
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