Hasta no hace mucho tiempo, cuando rompías con tu pareja era muy sencillo dejar de saber de su vida. A menos que vivierais en una localidad pequeña, o que estuviera en clase contigo o fuera un compañero de trabajo, lo normal era que no te cruzaras con ella por la calle y que no tuvieras noticia de a qué sitios iba o con quién. Ahora, en cambio, las redes sociales están ahí para tentarte a seguir mirando todo lo que publica.
La generación Z lo conoce como “stalkear”, y con este término se hace referencia a cotillear a alguien a través de sus redes: mirar su perfil, estado, fotos o historias para conseguir información sobre su vida. Pero hacerlo con un ex puede no ser la mejor idea, especialmente cuando la ruptura ha sido dolorosa o cuando no puedes evitar dejar de mirar obsesivamente sus publicaciones. En este sentido, un estudio realizado con 464 personas concluyó que controlar la actividad de tu ex a través de las redes sociales (en este caso Facebook) “puede obstruir el proceso de curación y superación de una relación pasada”.
¿Por qué lo haces?
Desde la simple curiosidad al enganche emocional hay diversas razones por las que no puedes reprimir el estar pendiente de las redes de tu ex.
Curiosidad: después de una ruptura, es normal que te preguntes cómo está tu ex y qué está haciendo. Las redes sociales ofrecen una ventana a su vida, lo que puede alimentar esa curiosidad.
Duelo y apego: romper con tu pareja puede generar un profundo dolor emocional y un sentido de pérdida. Es fácil que seguir mirando las redes de tu ex suponga una forma de mantener algún tipo de conexión emocional o de continuar procesando el duelo.
Falta de cierre: si la ruptura fue abrupta o si quedaron preguntas sin responder, es probable que quieras continuar atento a sus redes en un intento de obtener respuestas o encontrar un sentido de cierre emocional.
Comparación y validación: también puedes sentir la necesidad de compararse con la nueva vida de tu ex o de buscar validación al ver que sigue adelante, especialmente si la ruptura generó sentimientos de inseguridad o inferioridad.
Hábito: si mirar sus redes formaba parte de tu rutina antes de la ruptura, es muy posible que te cueste dejar de hacerlo una vez que la relación ha terminado.
¿Por qué puede hacerte daño?
No tiene nada que ver cotillear las redes de una antigua pareja por la que ya no sientes nada que hacerlo con un ex reciente. “Cuando aún sentimos dolor, estar pendiente de lo que hace el otro puede dificultar la aceptación de la ruptura y frenar la decisión de avanzar sin esa persona”, expone el psicólogo Martín Sánchez, experto en relaciones de pareja.
Revives emociones dolorosas: ver las publicaciones o fotos de tu ex “te puede traer emociones dolorosas relacionadas con la ruptura, como tristeza, dolor, ira o nostalgia. Esto puede hacer que te sea más difícil seguir adelante y procesar tus sentimientos de manera saludable”.
Alimentas tu inseguridad: ver la vida aparentemente feliz o exitosa de tu ex en las redes sociales puede hacer que compares y te sientas inferior o inseguro acerca de tu propia vida. Esto puede socavar tu autoestima.
Mantienes el enganche emocional: mirar las redes sociales de tu ex puede mantener viva la conexión emocional y dificultar el proceso de desapego necesario para superar la ruptura.
Te obsesionas y rumias: también te puede llevar a una obsesión constante con su vida y con la relación pasada, haciendo que sigas rumiando sobre la ruptura y que te sea más difícil concentrarte en tu propia curación y bienestar.
No te recuperas: en lugar de enfocarte en tu propia curación y crecimiento personal, mirar las redes sociales de tu ex puede mantener tu atención y energía emocional en el pasado.
Cómo dejar de hacerlo
Si se te hace doloroso mirar lo que tu ex publica, y también si quieres evitar que él vea tus propias publicaciones, es el momento de ponerle remedio. Para ello, hay varios pasos que, aunque difíciles, deberás dar:
Dejar de ser mejores amigos en Instagram.
Silenciar las notificaciones para que no te salten.
Dejar de seguirle y decidir que él te deje de seguir, para no enterarte de que él ha visto una publicación tuya.
Dejar de seguir a sus amigos para no encontrarte de repente con una publicación en la que aparece.
Bloquearle para que él tampoco pueda ver tus publicaciones y, así, no sentirte condicionado por la posibilidad de que él vea lo que subes.
(FUENTE: welife.es)
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