En el Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica, se encuentran los cuerpos congelados de dos niñas de seis años que fueron sacrificadas hace 550 años por los Incas, en el ofertorio que construyeron en el Volcán Ampato a 5.800 metros sobre el nivel del mar.
Estos sacrificios eran parte del ritual del Capacocha basado en la creencia inca que los niños no morían, sino que se reunían con sus antepasados quienes los observaban desde las cumbres de las altas montañas.
Durante dos años LA MG. DAGMARA SOCHA, Bioarqueologa del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia, realizó pruebas de rayos X a los cuerpos; también los sometió a pruebas tomografías para analizar su morfología y llevó a cabo un análisis bioquímico de los cabellos de los cuerpos congelados; todo ello en el marco del proyecto “Estudio de las Momias del Museo Santuarios Andinos de la UCSM”.
Durante las pruebas la científica polaca, descubrió que los sacerdotes incas, les proporcionaron hojas de coca a las niñas y también una bebida llamada Ayahuasca, durante cuatro meses antes de sacrificar a los menores. Esta última era una sustancia preparada en base a las hiervas como Banisteriopsis caapi, que contiene Harmina un antidepresivo y relajante. De esta forma los menores no sufrían cuadros de ansiedad y depresión, cuando eran trasladados desde el Cusco hasta el nevado donde iban ser sacrificados.
“Las pruebas detallan que los niños fueron recolectados de diversas partes del imperio y concentrados en un recinto especial en la capital del Tahuantinsuyo, desde ese lugar los sacerdotes y el Inca, disponían su traslado como ofrendas humanas a sus dioses para aplacar su furia”, explicó la científica Dagmara Socha.
El estudio que realizó la Bioarqueologa en coordinación con investigadores de la UCSM, fue publicado en la revista científica Journal of Archaeological Science: Reports, la cual lo cataloga como uno de los cinco principales descubrimientos recientes, que podrían proporcionar información fascinante sobre los antiguos rituales de muerte.
Deidad temida e importante
Los cuerpos de los niños congelados fueron descubiertos por Jonan Reinhard, científico estadounidense, quien también halló a Juanita la Dama del Ampato. En octubre de 1995 el explorador ascendió por segunda vez al nevado, hallando dos cuerpos enterrados en una zona donde se había construido una plataforma de piedras, que servía como un altar de sacrificios, ubicado a 5.800 metros sobre el nivel del mar.
En 1997 el explorador ascendió al volcán y halló los restos del esqueleto de un niño de 6 años, muy cerca de las tumbas donde fueron recatados las dos primeras niñas. Este cuerpo también había sido sacrificado y enterrado con objetos de metales, pero un rayo cayó sobre él destrozándolo y exponiendo sus restos óseos, los cuales fueron recogidos para su estudio.
Según reveló Johan Reinhard, el Nevado del Ampato era una de las deidades más importantes del imperio, porque de los glaciares que se formaron en sus cumbres, nacieron los ríos que permitían desarrollar la agricultura en zonas, como el Valle del Colca y también regulaban el ciclo ecológico permitiendo que se produzcan lluvias, fenómeno natural del que dependía la población del imperio, para llenar sus represas y también irrigar sus campos.
“Los niños fueron sacrificados porque se produjo sequias en la zona sur del imperio y erupciones volcánicas. La cantidad de hielo a 5.800 metros de altura imposibilitaba el ascenso, por tano el calor que produjo las erupciones del macizo hizo derretir la nieve y también la plataforma construida como altar está destruida producto de la caída de rocas y ceniza; esto nos hace suponer que se produjeron catástrofes naturales, que impulsaron a los sacerdotes a calmar a sus dioses con niños criados en condiciones de pureza, para aplacar su ira”, reveló el científico estadunidense.
Según explicó el científico Jonan Reinhard, la cultura Inca, fue la única que incluyó como parte de su religión sacrificios humanos en las cubres de los nevados y volcanes, en Arequipa el explorador descubrió ocho cuerpos en el Misti.
La Universidad Católica de Santa María, en coordinación con el Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia, desarrollará un nuevo estudio, que incluirá un análisis genético de los cuerpos hallados en los volcanes, para determinar el origen étnico y la procedencia de los niños que fueron sacrificados.
(FUENTE: frasecorta.pe)
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