El Ministerio de Justicia chileno dio su negativa a las pretensiones de la “Iglesia Templo de Satán: Satanistas y Luciferinos de Chile” y hace unos días denegó su solicitud para ser reconocida legalmente como asociación religiosa por promover la magia negra, rituales sexuales y hasta abrir la puerta a sacrificios humanos.
Ello, puesto que según reza su resolución exenta Nº 3636, no descarta la existencia de algún “sacrificio humano” -sea o no simbólicamente- pues lo que se busca es la destrucción de quien, a juicio de quien adscribe a tales ideas, merece ser destruido”.
“Relativos a la magia satánica, se advierte tanto en la denominada magia mayor, magia menor o manipulativa que lo que pretende es obtener respecto de otro, -ya sea a través de mañas y artimañas- cambiar situaciones, manipular su voluntad para obtener un específico resultado por quien las ejecuta”, prosigue el dictamen.
Además, según los antecedentes entregado por los miembros del culto en su Acta Constitutiva, “se describen tres tipos de rituales sexual, de compasión y de destrucción o maldición”, en los que “el satanista tiene la fuerza suficiente para utilizar los encantamientos para su propia gratificación sexual, o para ganar poder o éxito de naturaleza específica”, aseguraron desde el ministerio.
Tocante a la utilización de mujeres desnudas como parte de un altar para rituales “y considerando el compromiso irrestricto del Estado de Chile con los derechos humanos y particularmente con la erradicación de cualquier forma de violencia contra la mujer, no puede menos que tomar las medidas de prevención evitando propiciar situaciones y conductas que puedan poner en riesgo a las mujeres con ocasión de la participación en dichos rituales”, continúa el escrito.
Finalmente, argumentaron que el culto satanista chileno no cabe dentro de la definición de entidad religiosa establecida por la ley, puesto que se trata más bien de una ideología o filosofía y no una fe.
Cabe señalar que los satanistas chilenos siguen la orientación del Templo Satánico de Estados Unidos, que en 2019 fue reconocido por la oficina de recaudación de impuestos de Estados Unidos (IRS). Nacido en ciudades como Detroit y Salem, el Templo Satánico promueve el ateísmo y la estricta separación entre Iglesia y Estado, y algunos aún recuerdan su protesta en Little Rock, Arkansas, en 2018, cuando intentaron erigir una figura de Baphomet, uno de los tantos nombres de Satán.
Diputados valoraron decisión
El fallo del Ministerio de Justicia fue aplaudido por varios diputados y el primero fue Mauro González (RN), quien el año pasado había oficiado al Ministerio de Justicia para que denegara la solicitud de los luciferinos criollos.
“Lo dijimos desde el primer momento y oficiamos señalando que la doctrina de los satanistas y luciferinos es contraria al orden público y que movimientos de esta naturaleza nada bueno pueden traer a nuestro país. Agradecemos al Ministerio de Justicia por escucharnos y entregar esta buena noticia para Chile”, consignó TVN.
“Es nuestra responsabilidad velar por la tranquilidad de las familias chilenas, protegiendo los principios que han forjado nuestra nación. Este fallo es un triunfo para quienes creemos que el bienestar de nuestros niños y la defensa de nuestra fe son intransables”, remató.
De la misma opinión fue la diputada conservadora del Partido Social Cristiano, Francesca Muñoz, quien aseguró que “el satanismo no es compatible con el Estado de Derecho en Chile, ni con los principios cristianos que lo sustentan”, según un nota de BioBíoChile.
“Nos mantendremos en alerta ante cualquier intento de revertir esta resolución, tanto en los tribunales nacionales como en los internacionales. Nuestro país debe cerrar la puerta definitivamente a estas prácticas que solo traen dolor y miseria a las familias”, remató taxativa.
(FUENTE: infobae.com)
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