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martes, 1 de octubre de 2019

Revelador hallazgo que abre una nueva página en la historia de la cultura Tiahuanaco


El hallazgo de 17 vasijas ceremoniales, datadas entre el 300 y el 600 después de Cristo, en un templo de la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco, en el Altiplano boliviano, abre una nueva página en la historia de ese sitio, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial desde el 2000.

Las piezas fueron encontradas el lunes pasado en el interior del templo de Kalasasaya, a 50 metros del monolito Ponce, uno de los tres monumentos que contiene el templo. Los expertos que han trabajado en su exhumación, que comenzó este miércoles, creen que podrían formar parte de una ofrenda realizada para un entierro de un personaje importante.

"En el interior de una de las vasijas hemos encontrado carbón, indicio de un proceso ritual.   A medida que vayamos avanzando en la investigación podremos confirmar si finalmente se trata de un entierro", afirmó Julio Condori, director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiahuanaco (CIAAAT), tras la exhumación de las primeras vasijas.

El resto de las piezas se irán extrayendo más adelante, ya que "necesitan otros procedimientos para su exposición", según Condori. Además de carbón, en las vasijas se han hallado restos de pescado y huesos de taruca, una especie de venado originario de los Andes, señales que llevan a los expertos a identificar el hallazgo con un acto de carácter ceremonial.

"Estamos en un templo que siempre se ha creído que era ceremonial. La ubicación y disposición de la ofrenda nos dice mucho. Probablemente si seguimos bajando encontremos un entierro de un individuo importante", apuntó a la agencia Efe Miguel López Calleja, auxiliar de arqueología del CIAAAT.

Este hallazgo permitirá "confirmar muchas cosas sobre Tiahuanaco y reescribir una nueva historia de lo que es Kalasasaya", aseguró Condori a los periodistas que presenciaron la exhumación. Ahora las piezas pasarán a ser analizadas en laboratorio para determinar con exactitud la fecha en la que fueron enterradas.

"Primero en arqueología utilizamos la metodología visual: la iconografía y la forma. A partir de ahí vemos que estamos entre el 300 y el 600 d.C. En dos o tres semanas, aplicando el método del carbono 14, sabremos la fecha exacta del entierro", aseguró Condori.

No se cavaba en Tiahuanaco desde 1958, pero a raíz de la aparición de una serie de fotografías que probaban que sus ruinas fueron modificadas, se iniciaron nuevas excavaciones el pasado 2 de septiembre.

Estas excavaciones que forman parte del plan Integral de Conservación de Tiahuanaco, elaborado por expertos bolivianos y por la Unesco. "El objetivo de estas excavaciones era encontrar las evidencias de una plataforma en el templo que había sido desplazada y este hallazgo ha sido fortuito", reconoció López Calleja. 

Una vez se recuperen todas las vasijas, el CIAAAT gestionará con el Ministerio de Culturas y Turismo una exposición itinerante y otra temporal de las piezas en La Paz, para que finalmente regresen de nuevo a Tiahuanaco. "Obviamente su destino final va a ser este, el lugar donde fueron halladas", apuntó el director del CIAAAT. 

Condori estuvo acompañado en el acto de exhumación y presentación de las piezas por el arqueólogo Hugo Ábalos, director del proyecto, y por el alcalde de Tiahuanaco, Octavio Quispe, entre otras personalidades. Situada unos 70 kilómetros de La Paz, Tiahuanaco fue la capital del antiguo imperio prehispánico del mismo nombre. 

Tiahuanaco nació como una aldea hacia el año 1580 antes de Cristo, creció hasta ser un estado imperial en el 724 después de Cristo y declinó cerca del 1187 de nuestra era, según algunos investigadores bolivianos. En la ciudadela todavía permanecen monumentos líticos como Kalasasaya, el Templete Semisubterráneo, esculturas de sus jerarcas, la Puerta del Sol y restos de palacios militares y civiles.

(FUENTE: rpp.pe)

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