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domingo, 1 de septiembre de 2024

¿No es el corazón? Un estudio de Harvard reveló en qué parte de nuestro cuerpo se activa el amor romántico


Richard Schwartz y Jacqueline Olds, profesores y terapeutas de la Escuela de Medicina de Harvard, realizaron un estudio sobre el amor que está considerado como el más completo hasta el momento: Amor y el Cerebro. Esta investigación refiere a la evolución sobre el amor, la gestión de las expectativas ya dentro de la relación amorosa y sobre la química que se genera.

Este estudio se centró en la conexión entre las áreas primitivas del cerebro que son asociadas con el amor romántico. “Estas áreas se iluminan en las exploraciones cerebrales cuando se habla de un ser amado, y pueden permanecer durante mucho tiempo en algunas parejas”, mencionó Olds.

De esta manera, la investigación científica “Love and the Brain” dio a conocer qué respuestas se generan en la cabeza y en todo el organismo cuando se está ante la persona amada. A continuación toda la información.

Dónde se activa el amor romántico en nuestro cuerpo según Harvard

Algunos de los estímulos asociados como respuestas emocionales al amor son un corazón acelerado, palmas sudorosas, mejillas sonrojadas y sentimientos de pasión y ansiedad simultáneos. Estas están vinculadas con el circuito de recompensa que inundan el cerebro humano y esto quiere decir que este sentimiento funciona como una retribución en la mente humana.

En estos procesos entran en juego dos hormonas clave. En primer lugar, está el cortisol, que aumenta durante la primera fase del amor al mismo tiempo que la serotonina disminuye.

Según Schwartz, en este punto aparecen los “Pensamientos, esperanzas y terrores intrusivos y enloquecedoramente preocupantes del amor temprano”. Por otro lado, la dopamina tiene el rol de activar el sistema de recompensa, lo que provoca que el amor sea una experiencia placentera similar a la euforia asociada al consumo del alcohol y la cocaína.

Cuánto dura el enamoramiento según Harvard

“El enamoramiento es una etapa que se vive al inicio y dura en torno al año, cuando estamos conociendo a alguien y vivimos en una intensidad continua porque, a nivel neuroquímico, existen muchos transmisores que se activan en ese momento”, reveló María Cordón, psicóloga sanitaria especialista en perspectiva de género.

“El problema viene cuando, con el paso del tiempo, nos cuestionamos si hemos dejado de estar enamorados porque no sentimos lo mismo que al inicio”, dijo Cordón. Además, agregó: “tenemos que identificar lo que nos aporta esa persona y lo que consideramos de la relación. Al principio existe una fuerte atracción, pero después vamos conociendo más a nuestra pareja y es entonces cuando debemos poner sobre la balanza si queremos mantener ese vínculo a largo plazo”.

Si el amor perdura, esta gran cantidad de emociones se van a ir calmando. “La pasión sigue ahí, pero el estrés ha desaparecido. Los niveles de cortisol y serotonina vuelven a la normalidad. El amor, que comenzó siendo un factor estresante, se convierte en un amortiguador contra el estrés”, comentó Schwartz. Si bien las áreas del cerebro que se vinculan con la recompensa y el placer siguen activas, con el correr del tiempo el anhelo y deseo romántico suele disminuir”.

Por otro lado, los sentimientos positivos del romance desactivan la vía neuronal responsable de las emociones negativas, como el miedo y el juicio social. Es como si se apagará la capacidad de realizar evaluaciones críticas, por lo que la frase “el amor es ciego” cobra más sentido aún.

“Cuando despertamos de esa primera fase, si queremos una relación de pareja feliz y funcional, es muy importante tener claro qué valoramos en la pareja, qué valores necesitamos compartir. No tanto aficiones como tal, sino valores coherentes con los propios y el compartir un proyecto de vida común”, concluyó la investigación.

(FUENTE: c5n.com)

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