El líder cubano Fidel Castro se aprovechó de la debilidad del fallecido presidente, Hugo Chávez, por los temas de brujería y la usó para penetrar Venezuela. Así lo revela un reportaje de El Nuevo Herald.
Mucho se rumoró que al difunto presidente Chávez le gustaba la brujería, pero no sería sino hasta años después de su muerte que la investigación de David Placer, un periodista venezolano residenciado en Madrid, pusiera al descubierto la profunda creencia y superstición de este y el enorme daño que estas creencias aún le causan al país.
Según el periodista, las creencias personales de Chávez y su entorno, por esa inclinación supersticiosa no solo tuvo consecuencias para él, sino también para el país. “Fidel Castro, viendo en Chávez una marcada debilidad en estos temas, lo rodeó de babalawos cubanos que tenían una doble función: asesorar en materia espiritual a todos los altos jerarcas del chavismo y tejer una red de espionaje”.
En su libro "Los brujos de Chávez", el comunicador detalla cómo se manejaba la brujería del poder desde el propio Palacio de Miraflores. La investigación, de tres años, lo llevó a ver cómo se le rinde culto al expresidente desde el Cuartel de la Montaña, el sitio donde hoy descansa el cuerpo del controversial líder de la “revolución bonita”.
El manuscrito explica que estos espías/babalawos “saben cada paso que dan los altos jerarcas del chavismo, sus amigos, sus relaciones, sus amantes. Han sido la estrategia más eficaz para la infiltración del gobierno cubano en Venezuela”. Asegura que aún hay muchos de ellos “asesorando a altos jerarcas militares y a gobernadores”.
Estas aseveraciones las corrobora el babalawo Carlos Valdés durante la presentación del libro en un restaurante venezolano. Valdés, hoy residente de Miami, dice que él estuvo presente en rituales que se le hicieron a Chávez.
Asimismo, asegura que los Castros llenaron a Venezuela de brujos. “Fidel se dio cuenta de la debilidad de Chávez, al exmandatario lo rodearon de babalawos espías que se encargaban de seguir la manipulación a distancia que hacía Fidel Castro del militar supersticioso de Sabaneta”.
“Los salones del Palacio de Miraflores están llenos de objetos extrañísimos para un Palacio Presidencial. Frutas en el suelo, la cabeza de un caimán, un ancla enorme que representa a Yemayá. Y no sólo eso, sino que los propios custodios de Miraflores me confesaron que en esos salones se realizaban actos espiritistas. Se convocaba a los espíritus de los libertadores”, describe el periodista Placer.
En cuanto al actual Gobierno, dijo que “el entorno de Maduro es profundamente creyente, tal como lo fue Hugo Chávez. Cilia Flores está rodeada de santeros y babalawos y Maduro sigue consultando a sus asesores espirituales, seguidores, como él, del difunto Sai Baba”.
(FUENTE: vistazo.com)
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