Una vaquilla joven, de dos años, fue hallada sin vida y con evidentes signos de mutilación el miércoles a la tarde, alrededor de las 17.30 en un campo ubicado en el paraje Crucesitas Tercera en el Departamento Nogoyá. Esta nueva víctima se sumó al lote de cuatro que fueron halladas mutiladas el domingo dentro de dos campos en la misma zona, e incrementó la incertidumbre entre los pobladores de aquella localidad, ubicada a unos 150 kilómetros de Paraná.
La noticia la acercó a la Redacción de UNO, con las respectivas fotos, un lector que se dirigió a la zona estimulado por la nota que se publicó el lunes 1º y dio cuenta de que la población de aquella zona rural se encontraba convulsionada por la extraña muerte de cuatro vacas en el interior de dos campos, a lo que se sumaba la imprevista seca de una laguna. El hombre fue a ver las cuatro vacas y cuando llegó al lugar se encontró con la noticia de que había un quinto animal que aparentemente había sido mutilado la noche anterior.
Según informó el lector, que prefirió mantenerse en el anonimato, se trató “de una vaquillona Angus negra, de dos años, descornada, que estaba recostada sobre el flanco derecho, con la quijada izquierda perfectamente descarnada, sin la lengua, que se la sacaron desde la raíz, y sin el ojo izquierdo”, y agregó que “parece que también le hurgaron los genitales y el ano”. También precisó que “no había rastros de sangre alrededor del animal y tampoco rastros de movimientos extraños ni de revolcones producto de algún tipo de ataque del que el animal haya tenido que defenderse”. Además aportó que “cuando una vaca se desangra y siente un dolor muy fuerte se hace caca encima y se ensucia las ancas y las verijas; acá nada de eso sucedió”, y preguntó “¿quién quiere un ojo y para qué?, ¿la lengua sola? no son los cortes a los que estamos acostumbramos”.
El hombre, oriundo de Paraná, fue hasta el sitio acompañado por un baqueano de la zona y por un amigo. Los tres pudieron observar que “la vaquillona no tenía signos de rigor mortis, tenía las patas fláccidas”, y agregó “no estaba dura a pesar de que según pudimos averiguar llevaba más de 12 horas muerta”.
Según precisó el lector, el animal estaba cerca de una laguna de unos 20 metros de diámetro, y lo que más le llamó la atención, también como consecuencia de lo que publicó este medio, es que “el ojo de agua, como se lo llama por acá, días antes tenía más del doble de agua. Lo llamativo es que haya bajado tan rápido porque no puede ser que las vacas se hayan tomado el agua en pocos días”.
El curioso lector también indicó que “a este animal lo mutilaron después de muerto”, y despejó cualquier hipótesis de lucha o que haya sido arrojada desde el aire porque destacó “no estaba quebrada, y todo indica que tuvo una muerte tranquila”. En este sentido, exhibió cierto malestar porque los casos se repiten y no hay indicios ni pistas sobre los motivos de las mutilaciones. Así, opinó que “aún no se hizo una autopsia a ninguno de los animales para saber cómo murieron. Tratándose de unos casos tan misteriosos sería importante que se hicieran para tener más datos y saber qué pasó con estos animales”.
En el primer caso intervino la Dirección de Abigeato y de la Policía de Nogoyá, que constató que las vacas habían sido mutiladas y tomaron nota del vaciamiento de la laguna que un día antes se encontraba llena de agua.
Polémica
El lector, que leyó atentamente la nota de UNO, manifestó que “los baqueanos de la zona me decían que ningún carnicero, por más hábil que sea, puede realizar estos cortes tan perfectos, limpios, netos, sin desgarro de la carne”. En ese sentido, señaló que un baqueano le dijo: “Sin pretender saber más que el especialista” en referencia al médico veterinario que atendió el pedido de UNO, “si se trata de aves carroñeras u otros bichos, desgarran al carne a tirones, acá los cortes parecen hechos con una navaja sumamente afilada”. El veterinario, ante la consulta de UNO sostuvo que “al morir el animal llegan al lugar predadores como zorrinos, zorros, hurones, caranchos y hasta ratones que comienzan a comer las partes más blandas y que por lo general son el ano o la vulva, la ubre y la lengua, en tanto que los carroñeros también consumen los ojos”.
El animal fue encontrado a unos 800 metros de la comisaría del paraje, a pocos metros de un alambrado, cerca de un ojo de agua. El lector precisó que el jueves volvió con otro amigo al lugar, al que se llega por un zigzagueante camino, y el animal estaba en las mismas condiciones en las que lo halló el día anterior, incluso recordó que “no había olor, no había moscas, ni ningún rastro extraño, lo que lo hace un hecho mucho más extraño y misterioso, aún”.
El inquieto lector transmitió una situación que le fue referida por los baqueanos de la zona y que él pudo observar. “Las vacas hermanas, si así se las puede designar, estaban a unos 100 metros del lugar y no se acercaban a donde estaba el cadáver, "no estaban en el velorio", como se dice acá en el campo”, y agregó: “Los baqueanos me dijeron que es común que las otras vacas se acerquen y rodeen a la que murió, incluso me contaron que mugen como si lloraran”. Por último recordó que cuando volvió al día siguiente notó que “no había caranchos en la zona ni rastros de animales carroñeros y la vaquilla estaba intacta”.
Cortes perfectos, limpios y netos
Según la información que se aportó en ambos casos, las primeras cuatro vacas halladas el domingo y la vaquillona ubicada el miércoles, el hilo conductor que une las dos situaciones son los cortes perfectos, limpios y netos con los que se las mutiló. En ese sentido, el lector indicó que “la carne que está en la quijada está muy pegada al hueso, y los cortes con los que se las despoja en esa zona son limpios y netos, no dejan rastros”. Así, añadió que “todos saben que en el campo, para hacer un guiso o un puchero se hierve la quijada durante horas para despegar la carne del hueso”.
Sin aventurar hipótesis que no aporten al esclarecimiento de tan misteriosos casos, ya que una vez más las fantasías, mitos y misterios comenzaron a girar sobre las extrañas muertes de animales atribuyéndoles la autoría al chupacabra o a ovnis, el lector comentó que llevó al lugar “una brújula grande, de navegación, que no se movió para nada, no tomó rastros de energía eléctrica o de algún remanente magnético”. Así, las distintas hipótesis que pretenden explicar el fenómeno forman parte de los comentarios que se escuchan ya sin parar en cualquier bar o esquina del centro de la provincia.
(FUENTE: infoalternativa.com.ar)
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