¿Te imaginas poder vivir en una casa que ha pertenecido a un miembro de la Familia Real Británica, los Windsor? Pues ahora puedes, eso sí, si tienes a tu disposición la nada desdeñable cantidad de once millones de libras. Nether Lypiatt Manor, una de las mansiones que antaño fue propiedad del príncipe Michael de Kent y su esposa, ha sido puesta en el mercado por una suma que dobla la cantidad por la que el primo de la Reina Isabel la vendió hace ya casi una década.
Según han confirmado medios locales, la casa, que data del siglo XVIII y tiene más de una decena de habitaciones en un terreno de casi un centenar de casi 40 hectáreas, ha sido reformada de manera intensa desde que los primos de la anterior monarca la dejaran, tras vivir allí un cuarto de siglo.
La pareja se mudó a la casa a principios de los años ochenta y estuvo allí instalada hasta la venta, en 2005. Sin embargo, su llegada a la propiedad no fue sencilla. Tal como revelaron varias fuentes, el príncipe Michael de Kent y su esposa, habían mostrado su interés por Nether Lypiatt Manor durante varios años, pero cuando salió a la venta sintieron que el precio de venta era demasiado alto considerando la cantidad de reformas que necesitaba la casa. No obstante, los rumores de que la casa estaba encantada desanimaron a los compradores potenciales y los Kent finalmente compraron la casa en 1981 por apenas 300.000 libras.
Nether Lypiatt Manor fue construida en 1698 por el juez Cox, un notorio funcionario de la zona, conocido por ahorcar a delincuentes condenados. Sin embargo, el destino de la propiedad está marcado por el suicidio del hijo del jurista, que se ahorcó en una de las habitaciones, ironías del destino. Es más, se cuenta que su fantasma -y otros también-, que no ha encontrado aún descanso, merodea por la propiedad a su antojo, asustando a los que se acercan. Algo que parece no supuso inconveniente para los primos de la Reina Isabel.
Con el fallecimiento del juez Cox, Nether Lypiatt pasó a varias generaciones de su familia hasta que, en 1914, se vendió a Corbett Woodall, que modernizó y mejoró la casa con la ayuda del arquitecto Peter Morley Horder. Se instalaron baños y otras comodidades para modernizar la propiedad hasta que a principios de la década de 1920 la casa fue comprada por Gordon y Violet Woodhouse, que la ampliaron con un nuevo pabellón.
Cuando los príncipes se instalaron en la casa, la zona comenzó a llamarse Royal Gloucestershire por la presencia de miembros de la Familia Real. De hecho, no muy lejos está la casa de la reina María durante la Segunda Guerra Mundial, la residencia de campo de la princesa Ana y el propio Highgrove, del rey Carlos.
Aunque varios testigos confirman la presencia de los fantasmas, lo cierto es que la princesa Michael de Kent nunca ha hecho comentarios negativos sobre si hay otros habitantes en la casa, pero tampoco lo ha descartado: «No tengo dudas de que muchas casas antiguas tienen algún tipo de presencia espiritual o fantasma y, si Nether Lypiatt Manor tiene tal, él, ella o eso, debe ser benigno y bien dispuesto. Nosotros como familia, nuestros invitados y nuestras mascotas siempre hemos sentido una bienvenida de la casa desde el día que llegamos, y hemos sido extremadamente felices viviendo aquí», ha dicho en alguna ocasión. Ahora solo queda esperar a ver quién es el afortunado que pueda hacerse con la propiedad, con fantasmas o sin ellos.
(FUENTE: okdiario.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario