Se ha descubierto en Vinoř, cerca de Praga (República Checa), los restos de una estructura de la Edad de Piedra que ha resultado ser más antigua que Stonehenge. Se trata de un complejo al que han llamado Redondel de Praga y que mide unos 55 metros de diámetro.
Una comunidad agrícola pudo haberse reunido en este edificio circular hace 7.000 años durante la Edad de Piedra, sin conocerse aún las razones. Jaroslav Řídký, portavoz del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias (IAP) ha indicado que, a pesar de las muchas incógnitas, el hallazgo está relacionado con la cultura de la cerámica, entre el 4900 a. C. y el 4400 a. C.
Redondeles misteriosos
El círculo de Vinoř fue encontrado en la década de 1980 por trabajadores del gas, pero la excavación actual ha revelado la totalidad de la estructura por primera vez, lo que para Miroslav Kraus, director de la excavación circular en el distrito de Vinoř, podría darles pistas sobre el uso que se la daba al edificio.
Por el momento se han recuperado fragmentos de cerámica, huesos de animales y herramientas de piedra en el relleno de la zanja. Los restos orgánicos de la datación por carbono de la excavación podrían ayudar a determinar la fecha de construcción de la estructura y, posiblemente, vincularla con un asentamiento neolítico descubierto en las cercanías.
Estos redondeles no alcanzaron repercusión hasta que la fotografía aérea y los drones se convirtieron en verdaderas herramientas arqueológicas.
Los antepasados que fabricaron cerámica ornamentada con trazos son conocidos por haber construido redondeles en otras regiones de República Checa, según Řídký. Sus aldeas agrícolas, ubicadas en la intersección de la Polonia contemporánea, en el este de Alemania y en el norte de la República Checa, se basaban en varias casas largas rectangulares que albergaban de 20 a 30 personas cada una.
Estos redondeles no alcanzaron repercusión hasta que la fotografía aérea y los drones se convirtieron en verdaderas herramientas arqueológicas. Dichos redondeles consisten en una o más zanjas circulares anchas con varios huecos que podrían haber servido como entradas. Según los investigadores, es probable que la parte interior de cada redondel estuviera revestida con palos de madera y con barro que cubriera los huecos.
Se sabe muy poco de sus constructores
Se han encontrado cientos de estos movimientos de tierra circulares en toda Europa central, pero todos datan de un periodo de apenas dos o tres siglos. Aunque su popularidad en el Neolítico tardío es evidente, su función sigue siendo un misterio.
Respecto a Vinoř, Řídký señala que «los círculos probablemente combinaban varias funciones, siendo la más importante la socio-ritual». Dado que las personas que construyeron los círculos solo tenían herramientas de piedra con las que trabajar, los tamaños de estos círculos son bastante impresionantes, ya que, por lo general, miden alrededor de 60 metros de diámetro, lo que sería la mitad de la longitud de un campo de fútbol.
Se sabe muy poco de sus constructores. Tras tres siglos de popularidad, las estructuras desaparecieron repentinamente del registro arqueológico alrededor del año 4.600 a.C., y los científicos aún no saben por qué.
Teniendo en cuenta que más de una cuarta parte de todos los círculos encontrados hasta la fecha se encuentran en la República Checa, una investigación futura similar a la excavación en Vinoř podría ayudar a resolver el misterio de los círculos.
(FUENTE: eldebate.com)