La brujería, en sentido literal -y festivo-, ha pasado a ser declarada de interés turístico en Aragón. No de forma general, sino para un pueblo en concreto, Trasmoz, con menos de 100 habitantes empadronados y situado en las faldas zaragozanas del Moncayo.
Famoso desde la Edad Media por sus leyendas de brujas y aquelarres, Trasmoz lleva años intentando sacar partido a ese esotérico legado que le costó al pueblo ser excomulgado por la Iglesia Católica ya en el siglo XIII. Lo hace difundiendo ese halo de brujería y misterio para atraer turistas, y, sobre todo, a través de la Feria de la Brujería, la Magaía y las Plantas Medicinales, que celebra cada primer fin de semana del mes de julio.
Para darle más fuerza a esta feria, el Ayuntameinto de Trasmoz solicitó al Gobierno aragonés que declarara de interés turístico regional esta feria de la brujería. Y el Ejecutivo regional ha aceptado la petición.
La Administración autonómica acaba de concederle este distintivo oficial a Trasmoz y su feria de las brujas y de la magia, que se celebra desde hace década y media, y que -según el ayuntamiento- atrae cada año a la localidad a entre 5.000 y 6.000 visitantes.
Para el Gobierno aragonés no hay duda de que la brujería de Trasmoz reúne méritos sobrados para haber sido declarada de interés turístico regional. Lo hace porque se trata de «un festejo popular, manifestación de la tradición de la localidad, impulsado por instituciones públicas y privadas», y cargado de atractivos turísticos.
Así, la resolución dictada por el Gobierno aragonés destaca el programa festivo que acompaña a esta feria de Trasmoz: «se escenifica y recrea el aquelarre de brujas y la maldición de Trasmoz, junto con otros actos como pasacalles de brujas, mercado esotérico, campamento medieval, actuación de juglares, exhibiciones de cetrería, representación de la captura de brujas y herejes, juicio y tortura, generando importantes corrientes turísticas por su singularidad».
(FUENTE: abc.es)
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