Un viejo proverbio chino dice que los niños que lloran crecen más sanos, fuertes y libres de malos espíritus. Por eso, desde hace más de 400 años se celebra el Festival de Naki Zumo, un extraño evento que consiste en hacer llorar a los niños hasta lo que más resistan sus pequeños pulmones. La labor de los luchadores de sumo, mientras gritan “Naki, naki” (llora, llora), es hacer toda clase de muecas y enfrentar a los bebés de menos de un año para que chillen más fuerte y más rápido. La curiosa tradición japonesa, que en Occidente sería considerada una absoluta afrenta a la estabilidad emocional de los niños, enorgullece a los padres nipones cuando sus bebés ganan el concurso por ser más veloces para reaccionar ante el estímulo de los gordos luchadores.
(FUENTE: jetset.com.co)
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