Una misión arqueológica en Atenas, Grecia, descubrió un tesoro en el fondo de un pozo de más de 2.500 años de antigüedad. Monedas, tazas, artefactos de madera, recipientes para mezclar vino, ollas y lámparas de arcilla.
Sin embargo, el descubrimiento que más ha llamado la atención consiste en 30 tablillas de plomo, con inscripciones de antiguas maldiciones que invocan a los dioses del inframundo. Se cree que estas tablillas habrían envenenado el agua del pozo.
Por lo general, las tablillas se colocaban en una tumba para que la maldición se transportara al inframundo a través de las almas de los muertos. Pero entre los años 317 y 307 a. C., se promulgó una legislación para supervisar el cumplimiento de la ley con respecto a las “artes negras”, y una de las nuevas leyes prohibió la colocación de hechizos en las tumbas.
Se cree que el pueblo respondió al decreto lanzando las tablillas de maldiciones a los pozos, ya que se creía que estos proporcionaban acceso directo al inframundo. Según los arqueólogos, en la Antigua Grecia había cuatro razones principales para maldecir a alguien: ganar una demanda, tener éxito en los negocios, ganar competencias deportivas y vencer en cuestiones de amor y de odio.
(FUENTE: latam.historyplay.tv)
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