Dicen que los polos opuestos se atraen; sin embargo, la ciencia avala lo contrario. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Colorado (EEUU) las personas tienden a escoger a compañeros sentimentales que poseen un ADN similar al suyo.
Los científicos examinaron el ADN de 825 parejas estadounidenses y los resultados mostraron que existía una mayor semejanza entre la secuencia genética de los amantes que entre estos y el del resto de los individuos de la muestra.
Además, según los resultados presentados ayer en la revista Nature Human Behavior, en un análisis a casi 25.000 familias, las parejas comparten secuencias de ADN relacionadas con la tensión arterial, con el índice de masa corporal y con el índice cintura –cadera. Y esta afinidad no se da con el resto de la población.
Esto viene a demostrar que las personas no se emparejan de manera aleatoria, sino que existe cierta preferencia por aquellos con quienes compartimos un abanico de rasgos genéticos.
Parecido físico
En cuanto al parecido físico, un estudio de similitud facial, del psicólogo Robert Zajonc de la Universidad de Michigan, explica que el hecho de vivir un largo tiempo en pareja y, en consecuencia, tener muchas experiencias compartidas, dejan líneas similares en el rostro, lo que provocaría esa similitud entre ambos.
Lo que sí se sabía hasta el momento es que compartir etnia, nivel educativo, edad, altura e incluso forma de la cara influye a la hora de elegir pareja. Esto es lo que se conoce como “apareamiento selectivo”, por el cual elegiríamos a alguien que por su parecido nos pueda dar descendientes físicamente parecidos a nosotros.
(FUENTE: teinteresa.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario