La diablada veganista no puede bailar en el Jisk’a Anata paceño.
La introducción del culto a la Virgen de los Andes, una deidad de piel blanca y cabellera rubia, como patrona de la diablada Asociación Universitaria Virgen de la Vega (AUVV), causó polémica luego de que surgieran acusaciones de folkloristas paceños, y hasta orureños, sobre supuestas prácticas satánicas de este grupo, cuya sede está en Cochabamba.
El vicepresidente de la AUVV, Pablo Santa Cruz de la Vega, negó las acusaciones y señaló que se violaron derechos constitucionales sobre libertad de culto al no permitirles participar en la entrada del carnaval paceño.
“Ni somos satánicos ni somos una secta, todos los integrantes somos católicos. Esto es un tema hasta de ignorancia porque el culto satánico es homosexual o andrógino”, dijo Santa Cruz.
El caso llegó hasta Oruro, donde los folkloristas y hasta el Concejo municipal, se pronunciaron en contra de la participación de este grupo en el Carnaval orureño.
“En La Paz, Oruro, Potosí, la otra Media Luna, se creó un racismo patológico contra todo lo criollo o blanco y estas personas comenzaron a anatemizar a la virgen para difamarnos”, dijo.
Según la explicación de Santa Cruz, la Virgen de los Andes es la deidad de la agricultura y el trabajo y, en la Iglesia católica, era venerada como la virgen de la Vega.
La imagen está sentada, tiene un niño acomodado sobre una rodilla y sostiene espigas de trigo. Una víbora, que representaría el conocimiento, está aprisionada bajo su pie, lo que significaría que la virgen está por encima del conocimiento. En la parte trasera de su trono, hay una estrella de ocho puntas, igual a la que existe en el templo de Santo Domingo.
(FUENTE: lostiempos.com)
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