miércoles, 25 de marzo de 2009

El disco trilobulado



Desenterrado en Sakkara, Egipto, en la primavera del 1936, el disco trilobulado fue descubierto por el famoso egiptólogo Brian Walter Emery, durante la excavación de la tumba del Príncipe Sabu, hijo del faraón Adjuib.

El artefacto, que mide 60 centímetros de diámetro y 10,6 de altura en el centro, está confeccionado en esquisto, un tipo de roca negro azulada caracterizada por quebrarse fácilmente en hojas. Su aspecto es el de una hélice de tres aspas, con un orificio central bordeado por un relieve para un presunto eje.

Muchos investigadores se encuentran de acuerdo en que el artefacto no podría ser una rueda, ya que esta recién apareció en Egipto hacia el 1500 a. C., durante la Dinastía XVIII, con la invasión de los Hicsos. Sin embargo, algunos grabados donde parece dibujarse ruedas se remontan hacia cerca de la Dinastía V, aproximadamente un milenio antes que dicho período. Pero el disco lobulado de Sakkara, supondría un desafío aún mayor para los egiptólogos, puesto que remontaría el conocimiento de la rueda unos 3000 años a.C., en la época de la Dinastía I.

Otra hipótesis más increíble aún, hace suponer que el disco de esquisto es nada menos que una hélice utilizada con fines hidráulicos, lo que implicaría que los egipcios probablemente ya poseían la tecnología para construir motores eléctricos. Algunos incluso llegan a asegurar, que sería la reproducción egipcia de una válvula de combustible de un motor de cohete, reproducida del original: la pieza de una nave espacial, llegada al Antiguo Egipto desde las estrellas, en tiempos remotísimos. Aunque tampoco se vería descartado el funcionamiento no eléctrico de una hélice, ninguna de ambas ideas parece sostenerse mediante hallazgos en el campo de la egiptología.

Muchos egiptólogos se han visto desconcertados ante la función del disco trilobulado que acompañaba junto a otros utensilios de cobre, el cuerpo del Príncipe Sabu. Algunos, como el reconocido investigador Cyril Aldred, opinan que el disco no es más que la reproducción de un objeto metálico mucho más antiguo que este. Otros creen que puede tratarse de un simple pie de candelabro, algo poco probable debido a lo trabajado de su forma y a la curvatura de sus hélices. De cualquier forma, este Oopart descansa actualmente en la primer planta del Museo del Cairo, en donde todos pueden apreciar el artefacto y preguntarse que clase de tecnología podían manejar los egipcios hacia la primera época de su glorioso imperio.

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