viernes, 16 de agosto de 2024

Iain Sinclair, el escritor que busca fantasmas entre los edificios de Londres para saber por qué enfermamos


En Vivir con edificios y caminar con fantasmas, Londres se abre paso entre escritores, maestros del ocultismo y vecinos anónimos. La de Iain Sinclair es una mirada imprescindible para entender las ciudades en las que vivimos.

Iain Sinclair

Traductor: Javier Calvo

Editorial: La Felguera

Año de publicación: 2023

Casi podríamos imaginar a Iain Sinclair como un Dziga Vértov, cargando su cámara alrededor de Londres. Pero las lentes del escritor no recogen imágenes, sino que lanzan rayos X sobre edificios que atraviesan muros, épocas y planes de habitabilidad. Una mirada que se ha convertido en un referente fundamental en lo que a la literatura sobre ciudades se refiere.

Su último libro, Vivir con edificios y caminar con fantasmas, llega a nuestro país de la mano de la editorial La Felguera, con traducción de Javier Calvo Perales. Pero lejos de haces de luz o armas supersónicas, Sinclair se arma con la 'psicogeografía', una ciencia social difusa engalanada con la impronta de los situacionistas franceses.

Aquel grupo de pensadores que popularizaron las derivas, caminatas sin rumbo que arrojaban un nuevo orden a la ciudad dentro de la disciplina abierta del juego y que transformaron al flaneur, o caminante, en un ente político.

A cada paso, los adoquines por los que transita Sinclair cambian de época y dirección, dejando a sus lectores confusos entre estructuras que nos resultan ilógicas, pero por las que Sinclair es capaz de pasar sin problemas, llevándonos hacia lugares insospechados. El resultado es un recorrido del que se desgrana un torrente de anécdotas, vidas e historias insospechadas que explican la relación entre nuestro concepto de salud y las comunidades que construimos.

Hospitales que crean enfermedades

Sinclair pone el foco sobre los proyectos de viviendas que empezaron a reconfigurar la vida de la City londinense a mediados de los años 60. Londres se recuperaba de los estragos de la II Guerra Mundial, y sobre el papel sus arquitectos planteaban proyectos utópicos de comunidades en las alturas, pasajes aéreos a salvo del tráfico y plazas cubiertas donde los niños pudiesen jugar en cualquier momento del año.

Un buen ejemplo es el de los edificios Pepys, enclavados en la actualidad en una zona considerada por muchos como peligrosa e inmersa en un proceso de cambio precisamente por este motivo.

La inspiración llegaba desde Marsella y la impronta en hormigón de Le Corbusier. Una nueva vida para una nueva generación de británicos que levantaba ciudades sobre el trauma de dejado por los V-1 alemanes. A estas comunidades, cercenadas décadas más tarde por el avance de la City, le siguieron hospitales y clínicas anexas, generadores de diagnóstico que cambiaban el concepto de salud de todos cuantos lo rodeaban.

Sinclair se sirve de la noción de enfermedad en la era moderna para hablar sobre estas comunidades. Las salas de espera y consultas, a un tiro de piedra de los vecinos, evolucionaron junto con su noción de salud. Las primeras reclamaciones de espacios más limpios, atmósferas respirables y lugares en los que jugar, surgieron al mismo tiempo que las consultas pediátricas o las pruebas diagnósticas eran cada vez más accesibles.

Su autor camina entre fantasmas de acero y hormigón, siluetas de las que solo quedan grandes torres de corporaciones, viviendas reconvertidas en células unipersonales perdidas entre la especulación inmobiliaria. El libro se transforma entonces en un gran tablero de ouija que nos permite observar sus cadáveres verticales y el efecto que siguen teniendo entre nosotros nuestros barrios y nuestra salud.

Un escritor con Rayos X

Iain Sinclair es, paradójicamente, una de las figuras más desconocidas y celebradas de la literatura underground. Admirado por Alan Moore, padre del cómic moderno, ayudó al dibujante a dar forma al Londres victoriano de From Hell. Pero también han demostrado su admiración escritores insignes como William Gibson o Peter Ackroyd.

Desde sus estudios sobre los ríos sepultados de la capital inglesa, hasta estudios sobre su carretera de circunvalación. Las ciudades son elementos orgánicos, holísticos, que actúan como sistemas desde los que podemos atender a todos los ámbitos de la vida humana.

Sinclair dispone la historia, la economía y la vida de sus vecinos sin un orden de preferencia particular. Su prosa es rápida, por momentos casi lisérgica. No intenta proponer modelos más habitables, tratados históricos o económicos, no tiene una agenda particular que seguir.

Resulta reconfortante pensar que caminamos a su mismo paso mientras leemos, atentos de la dirección en la que señala para que dirijamos la vista, sabiendo que siempre acabaremos descubriendo algo oculto bajo el pavimento o el papel pintado.

(FUENTE: lasexta.com)

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