domingo, 15 de octubre de 2023

El embrujo que mantiene cerrada la habitación 712 del Parador de Cardona: un hotel medieval que esconde una leyenda

Algo inquietante sucede cuando los huéspedes del Parador de Cardona traspasan el umbral de la habitación 712. Muchos de ellos relatan noches de insomnio, ruidos no identificados y muebles que se mueven solos en la madrugada.

La habitación, famosa entre los amantes de lo paranormal, se encuentra en el castillo de Cardona, una fortaleza medieval del siglo XI encaramada en lo alto de la montaña y hoy reconvertida en Parador Nacional de Turismo. Entre sus muros de piedra, el viajero se transporta a la época de la Edad Media para verse envuelto en sus leyendas.

La que inspira la de la habitación 712 proviene de hace cientos de años, en el siglo Xi, y de un amor imposible, el de una joven cristiana hija de los señores de Cardona, señores del lugar. La joven, llamada Adalés, se enamoró de un hombre musulmán. En una época convulsa de guerras religiosas, el destino de dos amantes de credos diferentes y enfrentados por el control de la Península estaba ya escrito: el padre de Adalés no aprobó la relación y para separarla de su amado la condenó a vivir encerrada en la torre de la fortaleza, conocida ahora como Torre Minyona, donde, según cuenta la leyenda, la joven murió de pena.

Sería entonces su alma la que vaga desconsolada por los rincones del castillo y se manifiesta en los extraños sucesos que muchos viajeros han experimentado en la habitación 712, la más cercana a la torre donde fue encerrada Adalés, cuya silueta de 10 metros y su planta cilíndrica domina el paisaje.

Cardona, un imperio construido en sal

El de Cardona es uno de los más antiguos de la red de Paradores de España: forma parte del complejo del castell de Cardona, un conjunto monumental que se encuentra a casi cien kilómetros de Barcelona. Se erige sobre un promontorio y se compone del castillo-fortaleza, la Torre Minyona y una iglesia románica del siglo XI. Las paredes del Castell atesoran muchos elementos originales y desde sus ventanas se ofrece una vista panorámica de los alrededores y de la ciudad de Cardona.

El castillo es, según relata el Ayuntamiento, “la fortaleza jamás vencida, último baluarte de las libertades catalanas” durante numerosos conflictos como las Guerras de Secesión y Sucesión o la Guerra de la Independencia. De hecho, se dice que nunca fue tomado en sus once siglos de historia y que su origen se remonta a Carlomagno, quien reconquistó el enclave de los musulmanes.

Fue la sede del linaje de los condes-duques de Cardona, a los que se les conocía como ‘los reyes sin corona’ por la riqueza de su familia gracias a la explotación de la mina de sal que se encontraba al lado del castillo y su parentesco con las principales familias europeas de la realeza.

La Montaña de Sal es un fenómeno natural que sigue ampliándose a medida que la lluvia erosiona su superficie. Aunque solo se pueda ver a simple vista un ‘pico’ de 120 metros de altitud, esto es solo la punta de un diario de dos kilómetros de profundidad. Durante años fue una de las minas de sal potásica más importantes del mundo y aunque hoy en día esté ya inactiva, es posible realizar una visita guiada.

Es posible visitarla, y si opta por hacerlo, es posible adentrarse hasta los 86 metros de profundidad y observar de cerca la enorme variedad de formas y texturas de las formaciones salinas y cómo funcionaba el yacimiento.

Qué visitar cerca del Parador de Cardona

Entre sus pasillos y su mobiliario nos adentramos en la época medieval: la decoración, el mobiliario y las alfombras de sus corredores recrean la gloria de tiempos pasados. El Parador dispone de 54 habitaciones de inspiración medieval, con estrechos pasillos, salas austeras, galerías abovedadas con arcos apuntados, fosos y murallas góticas.

Si uno se atreve, puede escoger la habitación 712 para aventurarse a vivir una experiencia y conectarse, como algunos huéspedes dicen que han hecho, con el más allá. El mobiliario de inspiración medieval catalana y las paredes permitirán vivir el hechizo.

La habitación ‘embrujada’ permanece siempre cerrada, a no ser que un huésped pida alojarse ahí expresamente, según cuentan los viajeros. Aquellos que han decidido pasar la noche relatan la sensación de presencias extrañas o el trajín de muebles en la habitación de arriba que siempre ha estado vacía.

Se dice que tras algunos extraños sucesos, el personal de limpieza del Parador ha decidido acceder a la habitación de dos en dos para estar siempre acompañados. Hay algunos de ellos que han relatado haber escuchado voces o grifos abiertos sin que se estuviera alojando ningún huésped en ese momento.

Si uno dirige la vista hacia fuera, sin embargo, podrá contemplar las vistas de la villa medieval de Cardona, una ciudad de callejuelas estrechas y misteriosos rincones en los que dejarse llevar también por la imaginación. La panorámica desde el Parador se extiende también hacia el Pirineo y la Cataluña interior.

El casco histórico de Cardona fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional y dar un paseo por sus calles permite explorar la arquitectura medieval y el papel estratégico que jugó al ser frontera con Al Ándalus y punto comercial con su Montaña de Sal,

Cómo llegar

Desde Barcelona, se tarda entre una hora y diez y una hora y veinte minutos, dependiendo de la ruta que se escoja. La más rápida es tomar la C-16 y la C-55 desde Barcelona ciudad hasta el pueblo de Cardona. Desde Cardona se pueden seguir rutas a pie o en bicicleta para llegar, entre otros lugares, al Parque Natural de Montserrat.

(FUENTE: infobae.com)

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