viernes, 17 de abril de 2020

Fantasmas callejeros para asustar y mantener en sus casas a los indonesios


El pueblo de Kepuh (Indonesia) últimamente parece embrujado. Unas misteriosas figuras blancas asaltan a transeúntes desprevenidos y enseguida se escabullen bajo la luna llena. Esta aldea de la isla de Java ha desplegado a un grupo de "fantasmas" para que patrullen sus calles, con la esperanza de que una superstición milenaria mantenga a sus habitantes dentro de sus casas y lejos del coronavirus. 

"Queríamos ser diferentes y conseguir un efecto disuasorio porque el [fantasma] pocong es espeluznante y aterrador", afirma Anjar Pancaningtyas, jefe de un grupo juvenil de la aldea que ha coordinado con la policía local una propuesta nada convencional para promover el distanciamiento social conforme el coronavirus se expande en el país. 

Los pocong son figuras fantasmales envueltas en sudarios blancos, con las caras empolvadas de blanco y el borde de los ojos pintado con kohl. En el folclore indonesio representan las almas atrapadas de los muertos. Cuando comenzaron a aparecer en las calles de Kepuh este mes, sin embargo, suscitaron el efecto contrario al deseado: en lugar de mantener confinadas a las personas, estas pagaban dinero por verlas.

Así que, desde entonces, los organizadores de la idea han cambiado de táctica. Ahora lanzan patrullas sorpresa de pocong, con voluntarios de la aldea en el papel de los fantasmas. 

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, se ha resistido a un cierre nacional para frenar el coronavirus, y se ha limitado a instar a que los habitantes del país mantengan el distanciamiento social y una buena higiene. Sin embargo, con la tasa más alta de muertes por coronavirus en Asia tras China, algunas comunidades de Indonesia, como la aldea de Kepuh, han decidido tomar sus propias medidas, como estas patrullas de fantasmas y han impuesto restricciones a los movimientos de personas dentro y fuera de los pueblos.

"Los residentes no han adquirido aún conciencia de cómo frenar la propagación de la enfermedad Covid-19", asegura el alcalde del pueblo, de apellido Priyadi. "Quieren vivir como siempre, y es muy difícil que sigan las instrucciones de quedarse en casa". En Indonesia se han registrado ya más de 4.200 casos confirmados de coronavirus y al menos 373 muertes, una cifra que podría ascender hasta los 1,5 millones de contagiados y 140.000 muertos para mayo, de no adoptarse restricciones al movimiento, según un estudio de investigadores de la Universidad de Indonesia. 

La táctica de los fantasmas de Kepuh parece dar fruto. Los habitantes huyen despavoridos cuando se cruzan con los falsos espectros. "Desde que han surgido los pocong, padres e hijos no han salido de sus casas", asegura Karno Supadmo, uno de los aldeanos. "La gente ya no se reúne ni permanece en las calles tras la oración de la noche", añade.

(FUENTE: elpais,.com)

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