lunes, 3 de febrero de 2020

Científicos descubren que dormir mal puede despertar riesgo de demencia


Los adultos con falta de sueño presentan cambios cerebrales que pueden tener efectos en la cognición y que se observan en los pacientes con demencia.

Un estudio reciente arrojó que los adultos con insomnio presentan cambios en algunas zonas del cerebro que, justamente, se ven afectadas en etapas tempranas del alzhéimer, el tipo de demencia más común, publicó Elpaís.com.

La investigación, realizada por la Fundación Pasqual Maragall, una organización española especializada en la investigación de la enfermedad, constató que los participantes con trastornos del sueño tenían un menor volumen en regiones cerebrales como el precúneo o el córtex cingulado posterior.

«Son áreas que participan en redes que trabajan en el funcionamiento de la memoria, el rendimiento… En estas mismas áreas es donde se acumula el daño neurológico en las etapas iniciales del alzhéimer. Aquí puede ser que estén acumulando daño o que, ya de por sí, tengan menos volumen», dijo el neurólogo Oriol Grau, líder del estudio.

Proteínas
Hoy, los científicos saben que la falta de sueño se relaciona con aumento en los niveles de la proteína Tau, una de las señales biológicas que aparecen en el cerebro de las personas con alzhéimer.

Lo explica Soledad Matus, investigadora del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) y encargada del área científica de la Fundación Ciencia & Vida.

«Esto se ha visto tanto en animales como en humanos, entonces, al parecer, está bastante claro que esta proteína cambia cuando hay alteraciones de sueño, lo que da peso a la idea de que las personas que no duermen bien pueden tener mayor riesgo de demencia», aseguró Matus.

El hallazgo va en la línea de otros estudios, como el publicado en Annals of Neurology en 2018, el cual concluye que la privación del sueño aumenta entre 25% y 30% los niveles de beta amiloide, un componente hallado en las placas cerebrales de los enfermos con demencia.

Limpieza
Los mecanismos por los cuales la falta de sueño provocaría la enfermedad están lejos de definirse, concuerdan los especialistas.

«Se cree que durante el sueño uno hace limpieza de tejidos y metabolitos tóxicos», comentó John Ewer, investigador del Centro de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso.

«Entonces, si esa limpieza no se da, se dañarían las células y empezarían a acumularse las proteínas que hoy se sabe que juegan un rol en la demencia», explicó el científico.

Los entrevistados coinciden en que aún faltan muchas preguntas por responder para entender la influencia real de los trastornos del sueño en la demencia, como el nivel de privación que sería negativo o si se trata de una relación indirecta.

De cualquier manera, lo mejor es prevenir, señaló Ewer. «Es probable que la falta de sueño aumente el riesgo de alzhéimer, pero de lo que ya estamos seguros es de que facilita la aparición de otras enfermedades, como las cardiovasculares, entonces podemos considerar que ya es grave», puntualizó el investigador.

(FUENTE: elciudadano.com)

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