domingo, 21 de abril de 2019

Fenómenos paranormales en el volcán Ubinas


Después de viajar por varias horas desde Arequipa y dejar atrás la laguna de Salinas, por fin logramos divisar a ese gigante centurión llamado Ubinas, que hoy se presenta ante nosotros como el volcán más peligroso al sur de Perú. Torbellinos de tierra y cenizas flotando en el aire tornan difícil la respiración, los ojos arden y la sensación de tener tierra entre los dientes, son características con las que tienen que lidiar a diario los pobladores de las diversas localidades asentadas a lo largo y ancho del cuerpo volcánico, y hoy nosotros en este viaje de investigación, tenemos la ocasión de experimentarlo.

Una vez llegados a la localidad de San Pedro de Ubinas, comenzamos con la labor de recopilar las historias al respecto de eventos paranormales desarrollados paralelamente en esta creciente actividad volcánica, y es así que nos pusimos en contacto con una de las personas más importantes de la localidad, estamos hablando del guía de montaña Melquíades Álvarez Condori.

Don Melquíades ha tenido oportunidad de ascender al cráter en repetidas oportunidades, también de guiar a muchos vulcanólogos e investigadores, por lo cual podemos entender que no hay mejor referente para interrogar al respecto de los ovnis, él recuerda con exactitud cada camino de la zona y lleva consigo una experiencia de otro mundo.
Relató ver hasta en dos ocasiones, “una esfera de color naranja salir del cráter y a baja velocidad dirigirse hacia el Sur en la primera oportunidad, y en la segunda salir disparada a velocidad de rayo hacia las alturas, mientras realizaba una caminata en los sectores de Sacohalla y el pueblo

de Ubinas”. Aunque comunicó lo visto a los vulcanólogos esperando una explicación, esta jamás llegó.

Ahora me cuenta un hecho poco conocido, antes del proceso eruptivo del Coloso en 2006. Un chamán de un pueblo cercano, se logró comunicar con el apu San Pedro y éste le pidió un sacrificio para apaciguar su ira, manifestándole que de no hacerlo las consecuencias serían terribles. No supo si se llevó a cabo el rito mágico, pero lo que sí fue seguro es que meses después el volcán entró en violenta actividad.

El guía me dice ahora: “También escuché que en la comunidad de Sacohaya alrededor de los años setenta, seres altos y blancos fueron vistos rondando la plaza del pueblo, y así de la forma en que aparecieron, sin que nadie se diera cuenta o percatase, desaparecieron. No sin antes causar extrañeza y temor entre los pobladores que no podían reconocer la procedencia de estos seres”.

Don Melquíades me lleva al puesto de salud de Ubinas, me dice que un trabajador tiene la fotografía de un ovni, él es Ronald Mamani, después de las presentaciones del caso me cuenta: “La foto fue tomada del lado sur del volcán, yo retornaba de la localidad de Lloque, quise guardar una instantánea de recuerdo y me sorprendí cuando vi que en la secuencia de imágenes había una distinta, la hice ver a mis amigos, la analicé y no puedo explicarlo sin recurrir a la posibilidad de que se trate de un ovni.
Me comenta que hay más personas que han visto ovnis desde 2006, relata que la gente que vive en Querapi ve cuerpos extraños que pasan volando, pero al no tener cámaras no pueden registrarlo. También me dice que las autoridades y expertos vulcanólogos saben de estas cosas pero nadie lo investiga.

La noche anterior junto a mi equipo de investigación realizamos una vigilia ovni, y aunque no logramos captar estas presencias, sí vimos particulares fenómenos, como resplandores en el cielo, lo extraño es que no había una sola nube, así que no podemos decir que eran rayos, parecía como si el cielo se encendiera de repente. Cuando le consulté a Ronald al respecto de este evento, me dijo que lleva ocho años trabajando en la zona y ha tenido oportunidad de ver los mismos brillos, como si alguien hiciera o arrojara flashes al cielo, esto tampoco tiene explicación.

El encargado de la posta me cuenta que se dieron extraños eventos en los últimos meses, “Una noche a eso de las diez, un colega que se encontraba en la quebrada que sube hacia Arequipa cerca al río, vio a un ser del tamaño de un niño, este se metió entre los matorrales, asustado, entonces me llamó al celular y me dijo: ¡He visto un duende, es de baja estatura y viste ropa vieja! Rápidamente subí en su auxilio, encontré muy perturbado a mi amigo, pero el ente había desaparecido en la espesura de la noche”.

(FUENTE: losandes.com.pe)

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