domingo, 3 de marzo de 2019

Las mesas negras aymaras para los espíritus malignos


El ch’ amakani prepara esta ofrenda cuando existen problemas internos que afectan a la familia, tratando de devolver el orden y hermetismo pertinente a la unidad familiar a través del conjunto cerrado de los ingredientes de la mesa.

En este sentido, la salud depende no solamente de la dolencia corpórea sino del entorno familiar en que se desenvuelve el paciente.

La ch’iyara misa o “mesa negra” es el plato predilecto de los ñanqas, saxras, anchanchus, y, en ciertas ocasiones, según el criterio del especialista, de los chullpas. Son seres demoníacos, hambrientos, voraces que acostumbran a fastidiar y molestar a los solitarios y flojos de ánimo, robándoles el ajayu y haciéndoles enfermar gravemente. Estos seres curiosos y molestones gustan de la ch’iyara misa y se afirma que liberan (desamparan) el ajayu del doliente, si son complacidos con este plato. 

El azúcar les desagrada profundamente. La “mesa negra” está configurada por un conjunto de especies herbáceas, bayas tropicales, semillas, espinos, excrecencias resinosas y restos orgánicos. El empleo de la “mesa negra” en el dominio campesino responde a esta circunstancia provocada por el “robo” del alma, por parte de alguna de estas entidades maléficas.

Ch’iyara misa. En cierta ocasión el “maestro” Cannelo Condori recomendó a una de sus pacientes, ante la inminencia del parto hacer pagar una “mesa de salud”. Su joven marido, obrero en La Paz, apenas se preocupaba en visitarle en su comunidad; era preciso preparar la mesa para garantizar el orden familiar de la pareja así como para ajustar los órganos internos de la madre con la intención de facilitar el nacimiento y su posterior recuperación física.

Los saxras rechazan el azúcar porque no comen “rico”, según criterio de Carmelo Condori.. Entre los “residentes” urbanos, sin embargo, su empleo se agudiza en relación con la envidia y la maldición producida por los desarreglos conyugales y el excesivo celo de los vecinos (“en la ciudad no hay cómo confiar”). La “mesa negra” es, por tanto, el plato propicio de los saxras y, al mismo tiempo, recurso de “limpia simbólica” o devolución del “daño” provocado por una voluntad maléfica cuyo ejercicio precisa de la participación de un layqa azuzado por el rival; este último aspecto, relativo a la vigencia de los procesos de higiene ritual y alejamiento de maldiciones y penas ha sido puesto de relieve por Rosing (1990) entre los kallawayas.

Varios de los frutos y semillas muestran en su propia estructura y denominación el rechazo que se pretende del daño. Es el caso del kuti kuti, variedad de leguminosa propia del Chaco cuya estructura espiroidal está desarrollada “hacia la izquierda”; ch’ iqa ch’ ankha, hilo negro y blanco trenzado hacia el lado izquierdo que se emplea igualmente en los procesos de limpia ritual, alejando la enfermedad y que habitualmente se incorpora en la elaboración de la “mesa Ch’iyara misa (devolución del mal).

El layqa es el “brujo” .Existen acusaciones y reproches por la actuación dañina de alguno de los “maestros”, pero ninguno afirma serlo. Curiosamente, aunque nadie dice saber cómo trabajan estos especialistas, los “maestros” consultados reconocen el empleo de sapos, lagartos y figuras dañadas con espinas así como preparados de inmundicias que supuestamente producen la maldición. El yatiri que devuelve la maldición hacia su causante para que le llegue a éste el daño y no a su paciente, no es concebido como layqa.

En cualquier caso los layqas tienen poder para matar, saben cómo hacerlo y cobran extraordinarias sumas por sus servicios. 

Los componentes de la ch’ iyara misa son secos, queratinosos y duros. El color característico de la ofrenda es el negro, debido a la base de papel de calco negro que se emplea, así como a los vellones de lana de idéntico color que conforman el círculo periférico de la ofrenda. La fragancia de la “mesa negra” se distingue con facilidad en los mercados; el olor de la q’ ili q’ uwa, y las excrecencias del copal y el incienso negro hacen de este plato un conjunto poderosamente aromático. El alcohol “puritu” es el trago predilecto de los saxras y con él se efectúan las libaciones correspondientes antes y después de “hacer pasar” la ofrenda en la hoguera. 

Este y muchos otros temas se podrán escuchar con más detalle en los siguientes toures nocturnos a los cementerios de Uchumayo, Puno y Juliaca. Para más detalles sobre misterios de la región Puno y Arequipa, pueden agregarse al grupo de Facebook de misterios más grande del país: Perú misterios, leyendas e investigación paranormal, y a los grupos de Facebook Puno Conectado y Portal Arequipa; y para agregarse al grupo de Whatsapp de misterios de nuestro país, pueden escribir al número 961727165, del editor.

(FUENTE: losandes.com.pe)

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