La mayoría de personas considera que convivir con su pareja antes de dar el sí ayuda a saber sí tu novio o novia es el indicado. El 65% de los estadounidenses cree que es bueno hacerlo, según la consultora Barna, pero un nuevo estudio de la Universidad de Stanford dice todo lo contrario.
El efecto de habitación premarital, como lo mencionaban algunos estudios, produjo una disminución en la cantidad de divorcios, sobre todo a partir del año 2000. Pero un nuevo estudio comprobó que las parejas que convivieron antes de casarse tuvieron una menor tasa de divorcio solamente en el primer año.
Después del primer año de matrimonio, la tasa de divorcio comienza a alzarse y al llegar al quinto año supera la de las parejas que se casaron y luego convivieron.
Los sociólogos llegaron a esta conclusión luego de analizar datos de la Encuesta Nacional de Crecimientos de las Familias entre 1970 y 2015. Esta contiene información de más de 215 mil parejas heterosexuales y fueron entrevistadas mujeres menores de 44 años.
“Antes de que existieran datos sobre la cohabitación premarital y el divorcio, los académicos pensaban que la experiencia haría que las parejas compatibles lleguen al matrimonio y que eso provocaría una tasa menor de divorcios”, escribieron Michael Rosenfeld y Katharina Roesler en la publicación de Journal of Marriage and Family (Revista Académica del Matrimonio y la Familia).
La convivencia prematrimonial ofrece beneficios solo a corto plazo según los investigadores. Los autores aún no conocen cuáles son las causas del impacto negativo de la convivencia, pero creen que las parejas que se han casado primero tienen mayor probabilidad de divorcio porque no estaban preparados a cómo iba a comportarse la otra persona dentro del hogar.
(FUENTE: aweita.larepublica.pe)
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