sábado, 24 de febrero de 2018

¿Cómo suceden los fenómenos paranormales?


En Diciembre de 1979, se organizó en Colombia el Primer Congreso de Fenomenología Psíquica auspiciado por el Centro de Control Psicobioenergético, con el fin de profundizar acerca de los temas paranormales y las diversas causas de esta misteriosa facultad, que pueden originarse desde un golpe en la cabeza hasta estados agudos emocionales y la activación química de diferentes glándulas endocrinas como la hipófisis/pineal, más conocida como la glándula de la visión remota o el tercer ojo.

Algunos de los invitados especiales fueron la investigadora francesa Yvonne Duplessis, la neuróloga Dra. Olga Heredia, el psíquico y mentalista Uri Geller, el maestro Tao Rhann, los sanadores psíquicos Dean Kraft e Iván Trilla y Ana Brache consejera espiritual del entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon. Junto a ellos demostramos en vivo por dos horas en una transmisión por el Canal 7 de producciones JES, las posibilidades de las facultades paranormales.

Hoy en día gracias a los esclarecedores descubrimientos de la física cuántica, se ha podido evidenciar que desde el desarrollo del neocórtex el hombre sigue buscando una explicación sensorial y experiencial a los fenómenos relacionados con la muerte, el más allá, los campos energéticos y el conocimiento sobre el futuro. Muchos investigadores del comportamiento humano se preguntan si estas manifestaciones son elaboradas consciente o inconscientemente y si también ocurren independiente a las creencias del individuo. Si no son producidas ¿quién o qué las provoca? Y ¿por qué no todas las personas pueden hacerlo?

Estos cuestionamientos son fundamentales a la hora de explorar este mundo transitorio, intangible y sorprendente, que se construye a partir de percepciones vinculadas a la mente y el cuerpo. Por esta razón, para algunos una experiencia paranormal es un escudo que se amplifica ante la necesidad de justificar eventos traumáticos y dolorosos de la vida; mientras que para otros, simplemente son circunstancias basadas en la interacción entre la energía y la materia, pues en el Universo nada es por azar.

Como parte de la evolución del hombre, el cerebro elaboró atajos conocidos como sesgos cognitivos, con el fin de resolver más eficientemente los problemas diarios, incrementando las posibilidades de sobrevivir. Estas ilusiones causales podrían ser el origen del por qué las personas creen en los fenómenos paranormales, debido a que se generan alteraciones de la memoria, falseando las evocaciones y detalles de un momento determinado llenas de sentimientos, que parecen ciertos pero no lo son.

Asimismo, puede ocurrir una amnesia disociativa tras un impacto emocional, en la que los recuerdos son reprimidos y se manifiestan de diversas maneras como vías de escape a dichas emociones que alteraran la identidad. Por ejemplo, al crecer piensan que son canales de luz en comunicación con seres de otras dimensiones. También, a veces la persona recuerda una historia imprecisa sobre acontecimientos del pasado sin ser consciente de sus errores, con la intención de confundir al interlocutor e incluso al propio psicoterapeuta. Por último, el individuo tiene la capacidad de generar fantasías y experiencias personales aparentemente creíbles, es decir, pseudologías fantásticas, para buscar el aprecio y reconocimiento de los demás, llegando a crear personajes “iluminados” que han vivido todo tipo de situaciones místicas y desbordadas en el mundo paranormal, alterando la realidad.

Ciertas personas inestables emocionalmente interesadas en estos temas o que han tenido experiencias que interpretan como tales, se sienten protegidas y guiadas por una fuerza superior a ellos que les habla en determinado momento para beneficio propio, reafirmando decisiones, previniendo catástrofes financieras, dolorosos duelos y pérdidas amorosas.

La confrontación personal es una parte importante de la vida. Darle luz a la sombra que habita en nosotros, es ratificar la misión que venimos a cumplir en la Tierra, sin olvidar la gran inteligencia y capacidad con la que fuimos dotados para preguntar y preguntarse ¿es esto verdad o es una invención de mi imaginación para ocultarme? Ejercitar la reflexión es la base de la evolución. Trascender es conocerse a sí mismo, aprendiendo a vivir desde el ensayo – error.

Nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de coartar ese don extraordinario que nos dio el Creador, pues recién estamos entendiendo que el cerebro humano es el órgano más maravilloso del planeta, que permite hacer posible lo imposible, gracias a su potencial energético.

(FUENTE: kienyke.com)

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