lunes, 18 de diciembre de 2017

Alasita es declarada como Patrimonio de la Humanidad


Las autoridades bolivianas celebraron que la Unesco haya inscrito en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la Alasita, la tradicional feria de los deseos en miniatura que se celebra cada año, principalmente en La Paz.

El presidente Evo Morales resaltó ante los medios que el expediente boliviano "Recorridos rituales en la ciudad de La Paz durante la Alasita" fue inscrito "en la lista representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad" durante la 12 sesión del comité de autoridades de la Unesco que se celebra en Seúl.

Señaló que esta decisión "es un reconocimiento fundamentalmente al pueblo paceño", ya que esta tradición "se ha difundido desde La Paz a toda Bolivia" e incluso "a nivel internacional" a través de los bolivianos que han emigrado, llevando consigo las tradiciones, cultural y el folclore del país.

"Estamos muy felices, agradecidos con todo el equipo que ha trabajado, nuestro respeto, nuestra admiración, nuestro cariño a todo el equipo técnico, jurídico, histórico para defender ante los organismos internacionales, en este caso ante Unesco, que la Alasita sea reconocida e inscrita en este organismo internacional", agregó el Presidente.

Tras la comparecencia ante los medios, el Mandatario se aproximó a una mesa montada en el hall del Palacio de Gobierno en la que se exhibieron algunas miniaturas características de la feria.

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, también expresó su alegría por esta declaración con un mensaje en Twitter: "¡Nuestra única y hermosa tradición de Alasita ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad! (sic)".

La feria de la Alasita, que significa "cómprame" en aimara, es una de las tradiciones más antiguas de la cultura andina y se abre cada año el 24 de enero, cuando los paceños bendicen al mediodía las miniaturas que representan sus aspiraciones.

El icono de la feria es el "Ekeko", dios de la abundancia, muñeco creado por los indígenas, pero no a su imagen cobriza sino con tez blanca y mejillas rosadas, regordete, pequeño y cargado de diversos bienes a la espalda.

La Unesco ha destacado en su página web que los participantes en los recorridos rituales que se efectúan en La Paz durante esta feria "buscan y adquieren figuritas de la buena suerte vinculadas al culto de Ekeko, deidad aimara de la abundancia y protectora de la ciudad".

Estas miniaturas, que incluyen pequeños billetes, víveres, casas, vehículos o títulos universitarios, entre otros, son "consagradas luego por ritualistas andinos o bendecidas por sacerdotes católicos" y "cobran así un nuevo significado para quienes han depositado su fe en ellas a fin de convertir sus deseos en realidad".

"Este elemento del patrimonio cultural fomenta la cohesión social y se transmite naturalmente en el seno de las familias, de generación en generación. Los esfuerzos realizados para salvaguardarlo han sido constantes y han dependido principalmente de la sociedad civil", señaló el organismo.

(FUENTE: opinion.com.bo)

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