lunes, 30 de octubre de 2017

Por qué hay personas que disfrutan sentir miedo


Cada Halloween, millones de dólares son invertidos en lo que se conoce como diversión aterradora. Desde casas embrujadas hasta películas de terror, pasando por disfraces espantosos y máscaras aterradoras, tanto los adolescentes como los adultos, parecen ansiar un buen susto. Pero si el miedo es una respuesta de supervivencia natural a una amenaza o peligro, ¿por qué hay personas que buscan experimentar esta sensación y disfrutan sentir miedo?

Aunque no se puede generalizar y afirmar que todas las personas se complacen de sentir miedo, existen muchos que realmente disfrutan de la experiencia. El miedo, como respuesta del sistema de lucha o huida, es una sensación que puede generar emociones que para algunos son realmente satisfactorias; existe una fuerte evidencia de que no se trata sólo de una elección personal, sino de nuestra química cerebral.

Los sentimientos positivos son causados ​​por diferentes neurotransmisores y hormonas liberadas cuando el cuerpo siente miedo, las cuales son activadas por el sistema simpático del cerebro.

Investigaciones científicas muestran que las personas difieren en su respuesta química a situaciones emocionantes. Una de las principales hormonas liberadas durante las actividades aterradoras y emocionantes es la dopamina, y resulta que algunas personas pueden tener una respuesta más acentuada a esta hormona que otros.

Básicamente, los cerebros de algunas personas carecen de lo que algunos investigadores describen como “frenos” en la liberación de dopamina. Esto significa que, a diferencia de otros, hay personas que realmente disfrutan experimentar situaciones aterradoras, arriesgadas e impresionantes.

Muchas personas también disfrutan de exponerse a situaciones de miedo, porque les genera una sensación de confianza cuando termina; por lo tanto, puede ofrecer un impulso de autoestima real.

Aunque ver una película de terror o visitar una casa embrujada, en realidad no representa un riesgo verdadero, se trata de desencadenar la increíble respuesta de lucha o huida para experimentar la avalancha de adrenalina, endorfinas y dopamina, pero en un entorno seguro.

Un buen ejemplo de esto son las casas embrujadas; provocan un susto al activar alguno de los sentidos, los cuales están directamente relacionados con la respuesta al miedo y activan la reacción física; pero el cerebro tiene tiempo para procesar el hecho de que estas amenazas no son reales; por esta razón es frecuente observar que alguien grita y salta de miedo, y luego inmediatamente comienza a reír y sonreír, complacidos por la sensación experimentada.

(FUENTE: tekcrispy.com)

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