martes, 24 de octubre de 2017

“Conectarnos con los animales nos hace mejores personas”


¿Cuántas veces has mirado a tu perro y le has dicho ‘daría un brazo por saber qué estás pensando, por qué no quieres comer, por qué le gruñes tanto al panadero o por qué eres tan miedoso’?

Quienes tenemos mascotas o trabajamos con animales nos pasamos la vida haciendo ciertas preguntas que, posiblemente, nunca reciban una respuesta concreta y certera, solo interpretaciones de expertos veterinarios y etólogos. Aunque si investigamos un poco y nos abrimos a otras posibilidades, descubriremos que hay quienes aseguran conocer la llave para comunicarse con ciertas especies animales.

Daniela Zambrana es una de esas personas. Ella es una terapeuta formada en Estados Unidos y Alemania que lleva algunos años construyendo puentes entre las personas y sus animales de compañía a través del trabajo energético y la comunicación con ellos. 

“Lo que hago durante la comunicación es centrarme en mi misma, me arraigo, abro mi corazón para comunicarme con el animal. Pero antes de hacerlo debo tener el permiso del animal y del dueño, y es que hay animales que no siempre quieren. Una vez que tengo el ‘ok’, empiezo a tomar la información. Abro mi sistema y lo hago a través de mis sentidos más desarrollados: la visión, la kinestésica(*) y el conocimiento directo(*)”, señala Zambrana.

Ella explica que la comunicación es más bien telepática y que puede conectarse con el animal ya sea en vivo o a través de una fotografía, esto gracias a su campo morfo genético(*). 

“Al contactarme con el animal, hablo con ellos, pero es como hablarle a un niño en el sentido de que no son diálogos filosóficos ni muy elaboradas, son conversaciones con frases claras, cortas, directas y concretas. Por ejemplo, ‘¿te gusta tu comida? o ¿Te acomoda tu cama?”, explica.

Ella asegura que toda persona tiene la capacidad de conversar con un animal, lo que pasa es que mucha gente no son consientes de que esta posibilidad existe pues creen no tener una relación más allá de dueño-mascota y no saben cómo conectarse con ellos.

“La respuesta del animal se percibe según el sistema de cada persona, es decir, como yo tengo la visión, la kinestésica y el conocimiento directo más desarrollados, puedo ver imágenes estáticas o en movimiento, ellos dan palabras o transmiten sentimientos o emociones y lo siento en mi cuerpo. Por ejemplo, si el perro o el dueño tienen algún problema estomacal, yo lo sentiré en mi estómago”, agrega.

Zambrana nació en España, años después estudió sanación energética en la Escuela de Barbara Brennan, en Estados Unidos, y luego hizo un curso en sanación y comunicación con animales con la terapeuta alemana, Birgit Rusche-Hecker, autora del libro “How animals touch your soul” (‘Cómo los animales tocan tu alma’).

Señala que comunicarse con animales va más allá de resolver preguntas de comportamiento, pues con esa información también se abre otro umbral más grande: el poder sanar, tanto al animal como a los humanos que lo rodean.

Según Zambrana, los humanos y los animales estamos interconectados a todos los niveles: mental, emocional, corporal y energético, y por eso puedan producirse problemas y bloqueos mutuos.

“Los animales pueden ser el puente para llegar a nosotros mismos, ellos son criaturas muy sensibles y muchos están tan conectados a sus humanos que tienden a asumir los rasgos de la personalidad y las enfermedades de las personas en su entorno. Ellos naturalmente captan la energía y saben qué hacer con ella. Frecuentemente, las enfermedades que desarrollan están directa o indirectamente relacionadas con sus titulares. Ellos asimilan las emociones de sus propietarios, enfermándose debido a la energía bloqueada”, explica la experta. “Los animales reflejan los desbalances emocionales del sistema en el que viven, dándonos así la oportunidad de ver los temas que debemos tratar para desarrollarnos personalmente”.

Muchas personas se preguntan si al comunicarnos con los animales, se pueden corregir ciertos comportamientos. Zambrana explica que sí se puede, pero bajo dos condiciones: que no sean comportamientos instintivos (no se les puede pedir que sean veganos, por ejemplo) y que no sean conductas asociadas con sus dueños. 

“El 90% de los casos cuando se trata de hablar con el animal, termino trabajando a la persona... Si veo que el problema es el dueño y no hace nada por mejorar, por más que hable con su perro, su gato o su caballo me será muy difícil hacer un cambio”, dice.

Zambrana cuenta que tuvo una clienta que dejó la casa de sus padres a los 30 años de edad y se buscó un Pastor Alemán hembra. Pese a haberse mudado sola, igual seguía dejando su ropa sucia donde sus padres, comiendo ahí, etcétera. Mientras tanto la perra hacía con ella lo que quería, no había forma de que le hiciera caso. Cuando Zambrana habló con la perra, ésta le dijo ‘es que no me la tomo en serio, si ella no es una persona independiente y responsable, yo tengo que enseñárselo’. Recién ahí la chica empezó a tomar responsabilidad de su vida y en el proceso, la pastora fue dejando su rol de liderazgo, que es lo que suelen hacer los perros cuando no hay un líder en casa. Esto fue hace 6 años y ahora ambas llevan una vida más equilibrada.

“La mayoría de los animales han venido a enseñarnos algo, han venido a esta vida a encontrarte a ti y a ayudarte a ti, a nadie más, y hasta que tú no aprendas la lección, no te sueltan. Hay otros que vienen y te ayudan, te empujan, te dan algunas pautas, pero si no captas el mensaje, pues ya está, no insisten”, señala Zambrana. 

“Los animales tienen dos cosas de las que podemos aprender: el amor incondicional por sus dueños; ellos transforman nuestras energías negativas. Por otro lado los animales nos ayudan a arraigarnos. La mayoría de las personas estamos demasiado en nuestra mente, no en nuestros cuerpos, y los animales están siempre presentes. Es increíble todo lo que hacemos por aprender de cursos y de libros cuando es algo que un animal ya lo tiene incorporado. Lo que tenemos que hacer es aprender a vivir con ellos, es lo que la humanidad todavía no ha visto. Solo hay que conectarnos con ellos para elevarnos”, concluye la experta.

(FUENTE: elcomercio.pe)

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