Añadan otra víctima al supuesto hotel embrujado de Oklahoma City.
El alero del Heat de Miami, Justise Winslow, aseguró ser víctima de los alegados fantasmas que merodean por el Skirvin Hilton Hotel de Oklahoma City, una hospedería que ha sido protagonista de múltiples cuentos por parte de jugadores de NBA.
Según relató ayer Winslow, la puerta de su baño se cerró sola mientras se duchaba a eso de las 9:00 de la mañana del domingo.
El Heat se enfrenta esta noche al local Thunder.
“Eso realmente sucedió”, le dijo Winslow al diario Miami Herald. “Yo solo trato de pasar este viaje lo más rápido posible. Intento pasar la menor cantidad de tiempo en el cuarto. Bajo, voy a la barra, pido algo bueno de comer, miro televisión, football, pero no paso mucho tiempo en el cuarto”, aseguró el jugador de 20 años.
Y la experiencia de Winslow no es la primera en la actual temporada. Hace una semana, los Lakers estaban en Oklahoma City y el delantero Metta World Peace aseguró que también recibió una visita de los espíritus.
“Los fantasmas estaban todos sobre mi. Me tocaron en todas partes. Voy a llevar a uno de los fantasmas a la corte por tocarme en los lugares equivocados”, le contó World Peace al Orange County Register.
El hotel tiene mala fama entre los jugadores de NBA que visitan Oklahoma City. Incluso, son varios los canasteros que deciden quedarse en otros hoteles, aunque eso signifique tener que pagar los cuartos de su propio bolsillo.
Además de escuchar puertas cerrarse en la noche, son varios los cuentos de enebeístas que aseguran escuchar voces y bebés llorando en sus cuartos.
El hotel fue construido en el 1911, y los cuentos de fantasmas son achacados una leyenda que relata que el dueño del hotel, William Balser Skirvin, tuvo una relación con una de las mucamas, de nombre Effie.
Según una investigación del periodista local Steven Lackmeyer, la relación entre Skirvin y Effie sufrió problemas cuando la mujer quedó embarazada. La leyenda cuenta que Effie, con el bebé en sus brazos, se tiró de un balcón. Otra versión apunta a que la mujer se encerró en un cuarto en el décimo piso.
Sea cual sea la verdad, los cuentos de fantasmas no cesan en este hotel.
(FUENTE: primerahora.com)
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