viernes, 4 de noviembre de 2016

Chicago rompió la maldición de la cabra y festejó tras 108 años


La noche del miércoles se convirtió en inolvidable para el deporte de los Estados Unidos. Chicago Cubs, que por su sufrida historia se transformó en uno de los equipos más queridos, ganó el dramático séptimo juego de la Serie Mundial de béisbol y se consagró campeón de la MLB para cortar una racha de 108 años sin festejar un título. Así, enterró por fin la famosa y desopilante “maldición de la cabra”.

Las Cachorros (traducción de su nombre original) se impusieron por 8-7 en la décima entrada del partido con Cleveland Indians, que liquidó la serie por 4-3, tras estar 1-3 abajo. La definición fue a pura tensión, con una interrupción de 17 minutos por una intensa lluvia. Y el resultado final hizo todo aún más memorable.

Con la victoria llegó el final de la maldición, que los supersticiosos -y no tanto- creían que el equipo de Chicago tenía en sus espaldas. Porque en 1945 nació una historia que a los Cubs les costó 71 años desterrar.

Ocurre que en ese año, más precisamente el 6 de octubre, William Sianis, propietario de una taberna de Chicago, se dirigió al estadio Wrigley Field con su cabra llamada Murphy. Cuando otros hinchas protestaron por el mal olor que emanaba su mascota, Sianis tuvo que dejar el estadio, en que los Cubs definían la Serie Mundial de aquel año.

El odio de Sianis por esa situación lo llevó a decir la peor frase de todas para un equipo que ya llevaba 37 años de sequía y seis fallidos intentos por ganar las finales: “Los Cubs no volverán a ganar un campeonato”, afirmó el dueño de la cabra, según cuenta el Chicago Sun. Esa noche, los Cubs perdieron esa definición ante los Tigers y desde ese entonces no volvieron a ganar una Serie Mundial ni a jugar una final. Claro, hasta la de este 2016.

Luego, el equipo pasó por pobrísimas temporadas y, en otro episodio muy recordado, cuando tuvo la chance de alcanzar la Serie Mundial otro hincha se lo impidió. En 2003, en la penúltima entrada del sexto partido de la serie que le ganaban 3-2 a los Florida Marlins, estaban 3-0 arriba. Una pelota alta parecía destinada a quedar en el guante del jardinero izquierdo. Pero ante él se interpuso Steve Bartman, un fanático del equipo, que no pensó en las consecuencias y, al tratar de quedarse con la pelota como souvenir, le impidió sumar un out. Esa jugada desmoronó al equipo, que luego perdería ese partido y el siguiente para despedirse de la corona. Bartman tuvo que irse insultado por el público y desapareció de los lugares que solía frecuentar en la ciudad.

La historia de mala suerte de los Cachorros llegó incluso al cine. Marty McFly, el personaje de Michael Fox en Volver al Futuro, se sorprendía en la segunda película de la trilogía al enterarse de que en 2015 ganarían el campeonato los de Chicago. Apenas falló por un año. Desde anoche, todas esas historias quedarán como simples anécdotas. Para los Cubs, no hay mal que dure más de 108 años. Quedó demostrado.

(FUENTE: clarin.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario