martes, 2 de agosto de 2016

Ritual para potenciar tu vida afectiva con cuarzos rosados



Por: Reynaldo Silva Salas.

Este sencillo método para potenciar la vida afectiva, reforzar el atractivo personal sobre el sexo opuesto e incluso mejorar las posibilidades de conocer al amor de su vida; esta práctica energética procede de la magia y terapia por medio de cuarzos; esta práctica aumenta la fuerza bioenergética y la vitalidad del interesado, permitiéndole mostrarse más saludable, más vital y por ende, más atractivo ante los demás.

Se necesita:

-Cuarzos rosados (la cantidad que pueda obtener)
-Una jarra de vidrio (deberá usarla sólo para este fin)
-Agua mineral sin gas.
-Esencia de vainilla.

Pasos a seguir:

1-Deberá preparar los elementos para esta práctica en días de luna en cuarto creciente; tome los cuarzos y lávelos a conciencia con abundante agua fría: tómelos con ambas manos y trate de transmitirles sus mejores deseos y energías amorosas. Tómese su tiempo en este proceso. Deje los cuarzos a un lado y repita el mismo proceso con la jarra de vidrio. Séquelos con un paño limpio.
2-Un día de luna en cuarto creciente ó luna llena (de preferencia viernes en la noche), coloque dentro de la jarra los cuarzos rosados; llene por completo la jarra con agua mineral y agregue tres gotas de esencia de vainilla.
3-Tome la jarra con ambas manos y cierre los ojos. Pensando intensamente en su deseo de cambiar para bien su vida afectiva, agite un poco la jarra, para que los cuarzos choquen entre sí (hágalo sólo ligeramente); finalmente, deje la jarra reposar una noche, de preferencia, bajo los rayos de la luna.

Forma de uso:
Cada día, al despertar, tome un vaso del agua de la jarra, en ayunas; asimismo, cada día tome un vaso del agua antes de acostarse: logrará cambios dramáticos en su vida afectiva en no más de 28 días (un ciclo lunar)

Cuando el agua se acabe, repita el proceso.

RECOMENDACIONES: utilice también el agua de cuarzos rosados como adicionando un poco a su perfume favorito, para cuando tenga una cita ó también para lavarse la cara.

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