martes, 12 de julio de 2016

La misteriosa tatuadora que cura almas heridas con sus tatuajes


Noel'le Longhaul se autodenomina bruja, y con sus mágicos paisajes crea nuevos espacios para el espíritu de los cuerpos socialmente marginados.

Incluso cuando la tinta está todavía fresca los tatuajes de Noel'le Longaul parecen ilustraciones de un libro de leyendas ya olvidadas. En sus piezas el color es solo un invitado ocasional. Noel'le dibuja historias con miles de líneas y detalles que forman montañas, animales y brujas.

Es difícil mirar su trabajo sin perderse en la naturaleza salvaje que crea con cada trazo.

Estudió arte en la Escuela de diseño de Rhode Island, especializándose en la técnica de grabado, algo que ha acabado por influenciar enormemente su estilo como tatuadora.

Noel'le tiene 25 años y es de Great Falls, en Massachusetts. Además de tatuar, pinta, es cantante de folk y participa en rituales de brujería. Se identifica como mujer trans, y de género no binario.

Después de pasar un par de años tatuando en estudios privados, Longhaul se ha instalado en Charon Art Visionary Tattoo, un espacio creado en torno a "la compasión y las colaboraciones empáticas".

Noel'le trabaja sobre todo con personas trans y queer. Busca poder ayudarles en el proceso de construir en su piel un hogar para su espíritu, especialmente en los cuerpos que se consideran "complicados", y que son marginados y criminalizados por la sociedad.

"Empecé a tatuar con mis amigos cuando teníamos 18 años. Lo pasé muy mal mientras iba la escuela. Pero hubo un año especialmente malo. A penas salía de mi habitación. Fue cuando empecé a tatuarme a mí misma con una máquina que tenía. Terminé el año con unos cuantos tatuajes sobre mi piel, la gente empezó a preguntarme quién me los había hecho y pidiéndome que les tatuase a ellos", dice a Dazed.

"No me sentía cómoda tatuando en las tiendas convencionales, creo que se reprime la intimidad necesaria para este proceso. El tatuaje americano contemporáneo proviene de la cultura militar. Forma parte de un ritual masculino que está cargado de violencia, y no quería formar parte de todo eso".

"He tenido experiencias muy traumáticas en mi vida, y no creo que las haya superado. Creo que solo me he vuelto mejor incorporándolas a mi vida. Como tatuadora creo que mi rol es el de ayudar a las personas a incorporar esas experiencias que necesitan asumir."

"El tatuaje no cura traumas pero puede ayudarnos a convivir con ellos".

(FUENTE: playgroundmag.net)

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