miércoles, 8 de junio de 2016

Las brujas temen que las aplicaciones de tarot les dejen sin trabajo


Igual que la llegada de la imprenta hizo cambiaren su día las piedras por las cartas, ¿ha llegado el momento de sustituir el cartón por las pantallas y a las brujas por informáticos?

La digitalización del mundo está haciendo que todo evolucione, cambie y deje de ser tal y como concebíamos. El mundo de lo místico y lo espiritual tampoco iba a ser menos. Por mucho que su propia esencia no case con el materialismo de la tecnología, las brujas de toda la vida han topado con unos inesperados competidores: los programadores.

Vamos, que si J.K. Rowling escribiera ahora Harry Potter podría suceder todo perfectamente en una facultad de informática. Desde rituales, hechizos, numerología, hasta lectura de cartas del tarot se encuentran ahora a un solo clic de distancia en la tienda de aplicaciones tu móvil. Sin embargo, muchos de los adeptos al mundo de lo oculto consideran estas apps un engaño.

Tampoco es que brujería y apps sean dos conceptos que estén 100% reñidos. Las adivinadoras pueden utilizarlas como complemento a su trabajo, por ejemplo, a la hora de conocer los calendarios lunares o localizar las constelaciones. Sin embargo, no confían en todas aquellas que ofrezcan ningún servicio que requiera de la intuición humana para llevarse a cabo.

En especial, las dedicadas a la adivinación. Aunque hasta las tarotistas más experimentadas reconocen que este tipo de apps pueden ser útiles para principiantes que quieran conocer más sobre dicho arte, advierten de que nunca deberían usarse para una lectura real.

Argumentan su rechazo basándose en las normas más básicas de su praxis, ya que son los clientes los que deben elegir las cartas en base a lo que llaman “la ley de la atracción”. Es decir, la persona tiene que elegir solo las cartas que esté destinado a escoger, algo que, para ellas, se produce mediante fuerzas metafísicas que no tienen nada que ver con algoritmos matemáticos.

Las personas eligen las cartas que están destinados a escoger
Sin embargo, Tina Gong, programadora y creadora de The Golden Thread Tarot ofrece una visión diferente. Ella defiende que apps como la suya han sido diseñadas para democratizar el mundo de lo oculto y hacerlo accesible a más gente, no para ofrecer lecturas precisas.

No obstante, sí que pueden ayudar a provocar una reacción emocional que sea un primer tirón de un hilo que les haga reflexionar. Al fin y al cabo, eso es exactamente lo único que objetivamente está comprobado que puede ofrecernos la adivinación con personas de carne y hueso.

La única diferencia es que, mientras que una persona real utiliza su propia sensibilidad e intuición para guiar a una segunda hacia su interior, la aplicación se apoya en la ciencia de los datos que recoge el teléfono y crea patrones de comportamiento.

En palabras de la propia Tina Gong:

“Personalmente, creo que el tarot es una buena herramienta para asomarte a tu propio inconsciente. Es un lenguaje que existe más allá de las palabras y abarca nuestras experiencias universales como seres humanos. Cuando uno se pone a pensar y se adentra en su interior puede resultarle difícil ordenar sus pensamientos, el tarot nos ofrece algo tangible mediante lo que narrar nuestras experiencias”.

La empresa de tarot electrónico The Fool's Dog, por su lado, tiene más de 50 aplicaciones diferentes dedicadas a la lectura de cartas. Sus responsables aseguran que todas incorporan mucho más que un algoritmo aleatorio en su experiencia sino también un código que basa sus lecturas en el comportamiento del usuario. Por ejemplo, los toques a la pantalla. Incluso algunas brujas han declarado que sus lecturas son tan buenas como las de una persona de carne y hueso.

Porque, aunque la tendencia del ser humano es reaccionar con recelo ante los cambios, también existe un reducto de brujas modernas que confían en la practicidad de las apps. Consideran que su mundo no puede quedarse atrás con respecto al resto. Igual que la invención de la imprenta en 1400 hizo que se cambiaran las piedras y las runas por las cartas, ahora puede que haya llegado el momento de cambiar el cartón por las pantalla táctiles y las brujas por los programadores.

(FUENTE: playgroundmag.net)


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