Este estudio comprobaría que, contrario a la creencia de “los polos opuestos se atraen”, buscamos personas parecidas a nosotros a quienes podamos entender.
Una investigación asegura que lo que se busca en otro es tener emociones similares y no características diferentes.
La clave para sentirnos atraídos hacia alguien está en nuestra capacidad de interpretar correctamente sus emociones. Así lo concluyó un estudio publicado en el journal Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS).
“Ser capaz de entender las emociones e intenciones de otra persona es fundamental para tener interacciones sociales exitosas. Para lograr un objetivo común, los miembros de la pareja deben interiorizar y actualizar constantemente las intenciones y motivaciones de su compañero, anticipar su comportamiento y adaptarse a él”, dijo a TIME el profesor Silke Anders, autor del estudio y profesor de neurociencia social y afectiva de la Universidad de Lübeck.
Para entender la relación entre atracción y comportamiento, Anders y su equipo reunieron a varias personas para ver pequeños clips de vídeo de una mujer demostrando diferentes emociones. A los voluntarios se les pidió que identificaran las emociones de la modelo y que escribieran qué tan confiados se sentían sobre sus elecciones. Los científicos midieron la actividad cerebral de las personas durante el experimento.
Los investigadores hallaron que entre más segura estaba una persona de las emociones de la mujer, más atraida se sentía hacia ella. Altos niveles de certeza y atracción se asociaron con el área de recompensas en el cerebro. Lo anterior indica que la capacidad de leer correctamente las emociones del otro activa el nivel de recompensa del cerebro y hace que surja la atracción.
“Lo que hace que nuestros hallazgos sean fascinantes es que la atracción depende tanto de quien envía las señales, como del cerebro de quien las recibe. Si las señales emocionales del emisor pueden ser leídas correctamente por el receptor, su sistema de recompensas se disparará y se sentirá atraído al emisor”, agrega Anders.
Este estudio comprobaría que, contrario a la creencia de “los polos opuestos se atraen”, buscamos personas parecidas a nosotros a quienes podamos entender. Otra investigación, realizada por expertos de las universidades de Wellesly y Massachusetts publicada en el journal de la Asociación Americana de Psicología, concluyó que las relaciones (tanto de pareja como de amistad) en las que sus miembros piensan igual, tienden a ser más duraderas.
Pero el tema de la similitud entre los miembros de la pareja no se limita solamente a las emociones o la forma de pensar, sino que también está relacionada con el aspecto físico. Entre más tiempo lleva una pareja junta, más se parecerá físicamente, según lo confirma un estudio de la Universidad de Illinois.
Cuando se trata de una pareja, solemos buscar polos similares, personas que se parezcan a nosotros o a nuestros padres, según concluyó une studio publicado en el Personality and Social Psychology Bulletin.
(FUENTE: mercadodedinero.om.co)
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