Muchos se preguntan cuál es la mejor opción dormir solo o acompañado, esto ya tiene una respuesta.
Se ha llegado a la conclusión que ambos tienen ventajas así como desventajas. Dormir en compañía da más confort emocional, pero dormir solo te da mucho confort físico.
SOLITARIOS. Según David K. Randall en Dreamland: Adventures in the Strange Science of Sleep, antes de la revolución industrial, toda la familia dormía a menudo en la misma habitación y, con suerte, tenía un único colchón que disfrutaban los padres.
Sin embargo, cuando crecieron las ciudades, los médicos mostraron su preocupación pues respiraban unos encimas de otros. Desde ese entonces, empezaron a recomendar las camas individuales, todo por motivos de salud e higiene.
ACOMPAÑADOS. El doctor Neil Stanley afirma que si compartimos la cama existe un 50% más de posibilidades de ser molestados a lo largo de la noche que si dormimos solos.
“Cada persona tiene 23 centímetros menos de espacio en una cama doble que un niño en una individual", afirma y suma a eso si compartimos la cama con "otra persona que pega patadas, puñetazos, ronca y se levanta para ir al baño”.
Uno de sus trabajos midió la calidad del sueño de parejas cuando dormían juntas y cuando lo hacían por separado. La mayoría aseguraba haber dormido mejor junto a su pareja, “pero sus ondas cerebrales sugerían lo contrario”. Por lo general, la situación era peor para las mujeres: "No solo roncan con menos frecuencia que los hombres sino que también acostumbran a tener el sueño más ligero".
El sociólogo de la Universidad de Minnesotta, Paul Rosenblatt, entrevistó durante horas a 42 parejas de entre 21 y 77 años. Y casi todas las que dormían acompañadas coincidían en una misma idea: compartir cama era a menudo "una de las pocas oportunidades que tenían para pasar tiempo juntos y a solas”.
Tras estar todo el día trabajando, cuidando de los niños o con las labores del hogar, la cama se convertía en un refugio para muchas parejas y proporcionaba un rato que "hacía más fácil encarar el día siguiente”. Aunque fuera a costa de dormir algo peor.
Dormir con alguien también nos ayuda a sentirnos más seguros. No se trata solo de una seguridad emocional, sino también física, sobre todo en el caso de las parejas mayores.
Rosenblatt recogió el testimonio de un hombre que sufrió un ataque de hipoglucemia en plena noche. Su mujer se despertó y pudo llamar a tiempo a una ambulancia.
(FUENTE: diariocorreo.pe)
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