La crisis económica que asola a Venezuela ha orillado a sus habitantes a buscar en la magia y la brujería la solución rápida a los problemas que les aquejan, especialmente, el de la escasez de alimento, señala la socióloga Eugenia Toro.
Debido a la falta de acciones oficiales para detener la inflación, los ciudadanos de aquel país han puesto sus ojos en la hechicería, que según ellos es una ''fórmula mágica que ayuda a superar la situación'', señala la catedrática de la Universidad de los Andes (ULA).
En diálogo con la especialista, Toro sostiene que las cofradías de brujos se han vuelto una especie de refugio para los venezolanos en crisis, quienes ven cómo el poco dinero que reciben en pago por su trabajo se evapora de forma tan rápida debido a la altísima inflación.
Uno de estos conocidos refugios es la población de Birongo, al suroeste del estado Miranda, donde habitantes de Caracas acuden los domingos a despojarse en el río del mismo nombre y a solicitar preparaciones y pócimas para ''sacarse la pava'' (mala suerte).
Explica que los venezolanos son muy proclives a la superstición, y que una costumbre muy arraigada es acudir a los ''curiosos'' o brujos cuando tienen algún problema personal bien sea de salud, económico o sentimental.
''Pero jamás habíamos presenciado una peregrinación hacia la población de Birongo, en búsqueda de conjuros y exorcismos para sanear la economía venezolana y regresar a los antiguos precios que tenían los productos de primera necesidad. Eso es algo digno de analizar'', afirma.
Birongo es una comunidad afro descendiente ubicada en la zona de Barlovento, célebre por sus fiestas de tambor en honor a San Juan Bautista y por la fama que tienen sus habitantes de tener ''el más amplio y mejor conocimiento de la brujería''.
Rosa Montaño, quien participó en un reciente ritual en Birongo, señala que más de 100 personas invocaron al indio Guaicaipuro y a Pedro Camejo, para que los políticos busquen solución a la crisis del país, ''porque con solo palabras no se llena el estómago''.
''Ingresamos al río caminando de espaldas y fumando tabaco con la candela hacia adentro para que la prosperidad regrese a Venezuela. También sacrificamos 10 gallinas negras y regamos pólvora en la arena, a ver si con ello se afloja la soga que ahoga a los venezolanos''.
La socióloga señaló que igualmente las perfumerías y tiendas esotéricas han aumentado sus ventas. ''En momentos de crisis el pueblo busca desesperadamente en qué aferrarse e incrementa la fe en sus creencias, lo que le hace renovar esperanzas'', aseguró.
(FUENTE: informador.com.mx)
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