lunes, 25 de mayo de 2015

Espantan fantasmas en el Palacete que habitará Evo


Eloísa y Matilde han sacado los sillones a la vereda para ver el espectáculo del Palacete de la Florida, donde un ejército de hormigas descarga catres, aparatos de gimnasio y juegos de living para devolverla a la vida.

La casona del siglo XIX, que perteneció a Aniceto Arce, volverá a ser residencia presidencial y, por un par de días, Eloísa y Matilde, madre e hija, serán vecinas de Evo Morales.

La casona, de 60 habitaciones, domina el valle de El Tejar, por La Calancha, donde en 2007 murieron dos jóvenes sucrenses que se oponían a que la Constitución fuera aprobada en el liceo militar.

Antes de pertenecer al presidente de la oligarquía minera, que la compró en 1874, fue propiedad de las familias Isaac e Iturralde. Daniel, un guía bajito y peinado con gomina, dice que los potentados encargaron el palacete a Antonio Camponovo, el mismo arquitecto que construyó el Palacio de la Glorieta para el príncipe Francisco de Argandoña, que allí hubo esclavos y murió mucha gente y por eso en las noches salen los fantasmas.

Atractivo
“Estamos aquí espantando los fantasmas”, afirmó Faustino Yucra, secretario de Cultura de la Gobernación de Chuquisaca, que se ilusiona con que este palacete, que estuvo vacío por años, vuelva a cobrar vida y atraiga turistas.

Aquí dormirán el 24 y 25 de mayo unas 50 personas. Incluso, Evo Morales se traerá algunos militares para que lo acompañen y se sabe que dos ministros y la jefa de gabinete dormirán en habitaciones contiguas para que las almas que deambulan la casa no espanten el sueño al mandatario. “Esta casa tiene sótanos, torretas de vigía y túneles de escape que dan a La Glorieta y a la ciudad”, reveló Yucra.

El Estado invirtió unos Bs 400.000 para traer la vieja casona al siglo XXI. Las paredes gruesas del segundo piso han sido revestidas con papel tapiz, se han instalado juegos de living de líneas modernas, escritorios con computadoras, cableado para internet y antenas para wifi. Sin embargo, la habitación que ocupará Morales será bastante modesta. Tiene seis por cinco metros, una cama de dos plazas, un ropero y una cómoda sobre la que se posará una televisión de pantalla plana.

El resto de los catres, donde dormirán ministros y equipos de seguridad, son de plaza y media, y para que el presidente pueda ejercitarse, en la planta baja, se ubicó una caminadora, una bicicleta estática y una tabla para hacer abdominales.

Evo firmará un decreto, a través del cual el inmueble pasa a manos del Ministerio de la Presidencia. Está restaurado, pero falta mucha inversión para recuperar las tres hectáreas del complejo. Se calcula que se gastará unos $us 30 millones para recuperar jardines e instalaciones aledañas que ahora están en manos de loteadores. El complejo se unirá con el centro de convenciones y La Glorieta, para recuperar su viejo esplendor.

(FUENTE: eju.tv)

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