viernes, 17 de abril de 2015

El Jardín del Tarot: un fabuloso espacio escultórico para explorar el misterio de los arcanos


El Tarot es uno de los juegos oraculares más viejos y misteriosos de la cultura humana, algunos creen que sus orígenes se remontan a la civilización egipcia y que comparte una estructura matemática y arquetípica con la cábala. Su genialidad es haber construido una rueda de personajes –o arcanos– que son una imagen de la totalidad de la psique, en todas sus mutaciones, abarcando los principios fundamentales del drama humano (¿una comedia cósmica?).

En la Toscana italiana, la artista Niki de Saint Phalle construyó un hermoso jardín con los 22 arcanos en esculturas de gran escala, una colorida constelación de las más representativas cartas de este juego. De Saint Phalle incluso vivió en la escultura de la carta con forma de esfinge de la Emperatriz durante la construcción de su Giardino dei Tarocchi. Es evidente que el conjunto tiene una desenfadada inspiración en Gaudí.

Más allá del uso adivinatorio o como espejo del inconsciente propio del Tarot, este jardín reconcilia este misterioso juego de cartas con su dimensión lúdica, creando una especie de parque de atracción ideal para iniciar a los niños en la contemplación de imágenes simbólicas, metáforas del alma. Es decir, no sólo un juego divertido pero con poco significado, sino la riqueza de explorar cosas que nos comunican una profundidad secreta, información que necesita madurar o que nos pide desarrollar un aspecto intuitivo. Jugar en este laberinto de colores, árboles, esculturas, rostros extraños, animales y símbolos es dejar que florezca la semilla de la imaginación. Una Disneylandia de espirales esotéricas.

(FUENTE: pijamasurf.com)

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