viernes, 20 de marzo de 2015

Comerciando con los espíritus: el siniestro negocio de las ‘muñecas poseídas’



Sábado después de la comida. Un tinnng de WhatsApp me saca del letargo indolente que me tiene pegado al sofá. En la pantalla del móvil, un mensaje de mi madre. Me recuerda que se acerca el cumpleaños de mi sobrina y propone como regalo una muñeca, pero no una muñeca cualquiera.

Ella ha pensado en una doll antigua, parecida a las que ella misma usaba cuando era niña, así que me siento frente al portátil dispuesto a peinar eBay. Acoto la búsqueda, hago clic sobre el botón de turno y empieza el scroll...

... y con él las sorpresas.

Sábado después de la comida. Un tinnng de WhatsApp me saca del letargo indolente que me tiene pegado al sofá. En la pantalla del móvil, un mensaje de mi madre. Me recuerda que se acerca el cumpleaños de mi sobrina y propone como regalo una muñeca, pero no una muñeca cualquiera.

Ella ha pensado en una doll antigua, parecida a las que ella misma usaba cuando era niña, así que me siento frente al portátil dispuesto a peinar eBay. Acoto la búsqueda, hago clic sobre el botón de turno y empieza el scroll...

... y con él las sorpresas.

"Todos los espíritus toman un recipiente especial que consideran su hogar hasta que alcanzan el punto de poder cruzar al otro lado", aclara el mismo usuario de eBay en todas sus ofertas. "Ese proceso puede durar meses o miles de años. Los espíritus eligen su portador por diferentes motivos y, al igual que nosotros, buscan que ese portador tenga un aspecto particular por diversas razones. Si eran personas tímidas, pueden buscar una apariencia perversa. Si eran malas, pueden elegir tener una apariencia tímida. No hay rima o razón ninguna en el mundo de los espíritus".

Detrás de cada 'haunted doll' hay una historia parecida: un accidente trágico, un asesinato violento, una muerte dolorosamente precoz, una sesión de espiritismo con fatal desenlace... Son historias a veces "conocidas", narradas con una riqueza de detalles que puede hacer pensar en un ejecicio de ficción en la línea de la 'creepy pasta', y otras veces simplemente conjeturadas, sugeridas de forma vaga.

Historias que brindan un contexto útil, y casi que necesario, cuando uno intenta sustentar una venta en la afirmación de que una vieja muñeca es, en realidad, un objeto encantado, poseído. Y no se trata de casos aislados, ni mucho menos.

En los últimos años la oferta, el interés y la conversación alrededor de ese tipo de dolls ha aumentado de forma tan considerable que se podría hablar de moda.

Y con la moda llega el fraude.

Y las recomendaciones contra el fraude.

"Todos los espíritus toman un recipiente especial que consideran su hogar hasta que cruzan al otro lado".

Sabiendo que algunas de estas muñecas cambian de manos por precios que llegan a superar los mil dólares, la tentación de 'dar gato por liebre' es elevada.

También la necesidad de diferenciarse, lo que lleva en muchos casos a descripciones espeluznantes que parecen sacadas de una venidera secuela cinematográfica del Muñeco Diabólico o Expediente Warren (inspirada, por cierto, en esta historia "real") con poco presupuesto y aún menos ideas.

Valga esta disparatada narración como ejemplo:

"Una semana después de recibir la muñeca de manos de mi abuela, noté que había cosas extrañas que estaban pasando. Empecé a oír crujidos en mitad de la noche. Fue entonces cuando pensé que podría tratarse de la muñequita. Sé que suena ridículo, pero decidí poner una cámara frente a la muñeca y grabarla durante toda la noche, para ver si se movía. Me fui a la cama, y cuando me levanté me puse a chequear el filme. ¡No podía creer lo que estaba viendo! La muñeca no sólo se movió, también contó una historia terrorífica".

"Dijo que su nombre era Butterfly y que venía de un lugar al sur del cielo, y que estaba aquí para atormentarme durante el resto de mi vida. Quedé conmocionada. Intenté mostrarle la grabación a mis padres, pero cuando le di al play, había desaparecido. Por supuesto, mis padres no me creyeron. Mi hermana me dijo que estaba loca, y casi acabé creyéndolo. Estaba empezando a dudar de mi salud mental".

Esta usuaria cierra su historia con una advertencia: "¡Comprador, tenga cuidado! ¡Muñeca diabólica! No me hago responsable de lo que pueda pasar después de la venta de este objeto".

Dijo que su nombre era Butterfly y que estaba aquí para atormentarme durante el resto de mi vida
En el mismo sentido insisten algunas de las recomendaciones de The Haunted Store:

"Asegúrate de tener algo de sal marina y agua o aceite benditos a mano en el caso de que los acontecimientos se tuerzan y necesites purificar tu casa".

"Ten un plan de acción sobre qué hacer con el objeto si comienza a sembrar el caos en tu casa. Algunas de las actividades provocadas por objetos encantados de las que hemos sido testigos son golpeos en la pared, ruidos de arañazos, sonidos de pasos, gemidos, susurros, objetos que aparecen cambiados de sitio, camas que se agitan, olores, ectoplasmas...".

¿Quién querría gastar dinero en algo así?

¿Humor siniestro, caradurismo, fe o sensibilidad especial?

El mercado de las 'muñecas encantadas' se mueve sobre la delgada línea que separa la ficción terrorífica, el timo interesado y la fascinación real por todo lo parapsicológico.

El vendedor rara vez puede ofrecer ninguna garantía más allá del feedback de sus clientes previos y una historia de fondo espeluznante sobre el supuesto origen de la muñeca en cuestión. En ocasiones se recurre a mediciones de campo electromagnético o grabaciones de supuestas psicofonías para dar un barniz pseudocientífico al asunto. El resto es cuestión de fe, de querer creer.

Ten un plan de acción sobre qué hacer con el objeto si comienza a sembrar el caos en tu casa
Y lo cierto es que existe una comunidad creciente de personas que creen de forma sincera en las cualidades paranormales de estas criaturas.

Algunos recurren a ellas en busca de un espíritu particular para sus prácticas de magia negra o blanca. Hay grupos de investigación parapsicológica que requieren material para poder usar en sus exploraciones. Y también hay quien acude a estas muñecas simplemente en busca de compañía o de una conexión de calado espiritual.

De manera significativa, dentro de este último grupo rara vez se habla de comprar o vender objetos "poseídos", sino de adoptarlos, como si se tratara de darle una casa a un espíritu huérfano.

(FUENTE: playgroundmag.net)




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