jueves, 13 de noviembre de 2014

Muere el "papa negro" colombiano, precursor del satanismo en su país



El pasado 18 de octubre murió en Pereira (Colombia) Héctor Escobar Gutiérrez, quien se autoproclamó como el “papa negro” y quien fue considerado uno de los precursores del satanismo en Colombia. El poeta y escritor falleció a los 74 años de edad, según informa El Espectador. El escritor nació el 11 de junio de 1941 y ofició en Pereira, ciudad religiosa por naturaleza, la primera misa negra.

Según dijo antes de morir en una entrevista a La Tarde de Pereira, su creencia no incita a los “grupos de muchachos satánicos vayan los 31 de octubre a hacer sacrificios en los cementerios”, sino que ser ‘satanista’ como el mismo se definía “esto nada tiene que ver con sacrificios ni con actos vandálicos. Ser satánico es tener una conciencia definida del propio yo y el reconocimiento que los demás nos deben a nosotros mismos por ser satanistas”.

El poeta nacido en Pereira publicó obras no sólo de poesía, sino de Filosofía, pese a que no llegó a completar sus estudios académicos, ni a superar el segundo de primaria como. Entre sus escritos se cuentan Antología inicial (1983); Testimonios malditos (1985); Cosmogonías (1985); El libro de los cuatro elementos (1991) y El punto y la esfera (2004).


Según informa La Tarde de Pereira hace cuatro años empezó el deterioro de salud de Escobar. “La muerte de Héctor Escobar Gutiérrez es una pérdida irreparable para la cultura en Risaralda. Él como poeta era el mejor que existía en Pereira. Su calidad humana y su estilo para escribir sonetos han sido de los mejor que ha dado esta ciudad”, dijo Miguel Álvarez de los Ríos, también poeta de la ciudad, al diario de la capital de Risaralda.
Sus amigos y conocidos argumentaban que su satanismo no era otra cosa que una pantomima contestataria propia de su personalidad y que nunca le hizo daño, ni mal a nadie. Las exequias de ‘El Diablo’ se realizaron en la tarde del 19 de octubre.

El diario La Tarde afirma que fue proclamado por intelectuales como Papa Negro en 1967, por lo que fundó el Santuario Tántrico de Suramérica con el ánimo de venerar al Diablo en la región, declarándose a sí mismo como un satanista.

Vean cómo se definía él en un soneto, tal como recuerda en El Nuevo Día su amigo Benhur Sánchez: “Tantrista, goético, del demonio devoto, / asiduo lector de los impíos grimorios, / iniciado en el arte de ritos amatorios, / en el desnudo altar deposité mi exvoto”. Es la primera estrofa de su poema “Autorretrato” (libro Estetas y Heresiarcas, p. 69). En el último terceto dice: “Mi voz con fe musita su treno diabólico / y a mi ser abrasa un círculo parabólico / en cuyo centro arden míticas hogueras”.

(FUENTE: infocatolica.com)

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