jueves, 24 de julio de 2014

La superstición y las reformas legales provocan un boom natalicio en China


China espera un boom natalicio sin precedentes antes de que empiece el Año de la Oveja el próximo 19 de febrero debido a la superstición y a las modificaciones sobre la política del hijo único.

Muchas chinas se han apresurado a quedarse en cinta aprovechando el presente año del caballo, al que el zodíaco chino señala como idóneo para tener descendientes.

“El caballo es fuerte y resistente, come de todo. En cambio, la oveja es débil, a duras penas sobrevive al invierno si se hiela la hierba. ¿Quién quiere tener un hijo así?”, se pregunta Zhang Ziqi, una treintañera embarazada.

La tradición señala que los hijos nacidos bajo el auspicio equino son buenos oradores, inteligentes y con capacidad de mando. La oveja, al contario, es vista con desconfianza: aunque tiene reputación de cariñosa y buena cuidadora de sus padres, es también demasiado tonta, gregaria y débil, una víctima fácil de los peligros del mundo actual.

“Shi yang jiu bu quan” es un dicho popular que asegura que nueve de cada diez nacidos bajo el signo de la oveja sufren grandes calamidades a lo largo de su vida. En 2002, el anterior año del caballo, un 10 % de las madres exigieron a los doctores de un hospital de Shanghái que las practicaran la cesárea antes de que la oveja tomara el relevo en el calendario.

La superstición aún rige la vida de muchos en China a pesar de que Mao intentó erradicarla en su misión de modernizar un país lastrado por las creencias medievales. Zhang es políglota, ha estudiado en Francia y trabaja en una empresa de comercio electrónico en Pekín, pero sucumbió al peso de la tradición.

“A mí al principio no me importaba, pero después escuchas a tus padres y abuelos, insisten en que un hijo nacido en el año de la oveja no tendrá suerte, y al final te acaban convenciendo”, asegura por teléfono.

HIJO ÚNICO

Las empresas que ofrecen servicios de niñera han notado un incremento de la demanda en un 20 o 30% para la segunda mitad del año, según la prensa local.

También las reformas legales empujan hacia el boom natalicio. Una ley aprobada este año permite un segundo descendiente a las parejas si uno de los cónyuges es hijo único, cuando antes la excepción se aplicaba sólo cuando ambos lo eran.

La modificación a la política del hijo único fue aprobada por los graves problemas que causa desde que fue aprobada treinta años atrás: desequilibrio entre géneros, envejecimiento demográfico (el primer caso en un país en vías de desarrollo) y la caída de la población en edad de trabajar.

Huang, otra treintañera, decidió con su marido quedarse embarazada por segunda vez cuando empezaron a arreciar los rumores sobre la inmediata aprobación de la ley. Trabajaba en un medio de comunicación estatal, así que romper la política del hijo único no sólo le habría supuesto una alta multa económica sino también el despido.

“La nueva ley fue una alegría, siempre quisimos tener dos hijos”, señala.

FALTA DE CAMAS

La oleada de nacimientos plantea problemas serios para los padres. El principal y más urgente es la falta de camas. Aunque no hay cifras oficiales, los hospitales han notado una avalancha de solicitudes para las que no existe oferta suficiente.

Ahora, señala Huang, es imprescindible registrarse en un hospital dentro de las seis primeras semanas de embarazo para conseguir una cama en un hospital público.

“Busqué durante dos semanas por diferentes hospitales hasta que conseguí encontrar uno”, desvela.

Zhang tuvo menos suerte: “Me fue imposible encontrar una cama, así que al final decidí con mi marido español irme a dar a luz a Barcelona”, sostiene.

Los problemas seguirán tras el nacimiento. La generación del “baby boom” plantea una competencia añadida en un país de 1.500 millones de habitantes para encontrar plaza en el colegio, un trabajo o incluso una pareja. El hukou (registro administrativo que ata a los chinos a su lugar de procedencia) de Pekín del marido de Huang allanará el acceso de su hijo a una escuela de la capital.

“Encontrar novia o trabajo es algo aún muy remoto, ya resolverá él mismo esos problemas”, dice Huang con una sonrisa. 

(FUENTE: sp.ria.ru)

No hay comentarios:

Publicar un comentario