El cartel había encendido la alarma en el campamento de Argentina y todavía no había pisado Cidade do Galo ni un sólo futbolista argentino. Sin embargo, ya había llegado a los oídos de Carlos Salvador Bilardo la leyenda que habían puesto en la entrada, idea de Juan Carlos Crespi, dirigente de Boca y secretario de Selecciones Nacionales, le puso los pelos de punta al Doctor. “Bienvenidos Futuros Campeones del Mundo”, rezaba. Y como no podía ser de otra manera para hombre cabuleros como el técnico que consiguió la gloria en 1986, también para Alejandro Sabella, del rinón de Estudiantes, lo mandaron a sacar.
“Bienvenidos y Bem-vindos”, dice ahora esa suerte de arco del triunfo celeste y blanco decorado con un escudo de la AFA en la columna derecha y un logo de la Copa del Mundo en la izquierda. Los dirigentes argentinos encargaron con la mejor intención el ploteo cada uno de los accesos al complejo deportivo de cuatro canchas donde se entrena Atlético de Mineiro. Sobre los balcones de las habitaciones de los jugadores pueden leerse los mensajes motivacionales. “Somos 23, empujan 40 millones, vamos Argentina”, es uno de ellos, que puede observarse apenas se ingresa al predio.
No obstante, la ocurrencia de Crespi no tuvo correlato en Bilardo ni en el cuerpo técnico. Por el contrario, bajo el lema de que no hay que alardear antes de tiempo, la marquesina que auguraba un final feliz el 13 de julio quedará en la historia. Y si Argentina logra dar la vuelta olímpica como en el '86 o el '78, Crespi podrá recibirse de Horangel.
(FUENTE: mundial-brasil-2014-clarin.com)
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