jueves, 29 de mayo de 2014

Descubren técnica de “animación suspendida” que permitiría salvar a personas de la muerte



Los cirujanos del Hospital de Pittsurgh, en Pensilvania, están listos para probar una asombrosa técnica conocida como ‘animación suspendida’, que podría ayudarles a salvar vidas de pacientes con heridas muy graves de armas de fuego o de armas blancas. Si los cirujanos logran su propósito y la técnica funciona, este tipo de heridas, que en muchas ocasiones son letales, podrían dejar de ser un motivo de muerte.

¿Cómo funciona esta técnica?

El estado de ‘animación suspendida’ consiste en un enfriamiento del cuerpo. Este no se lleva a cabo mediante una drástica bajada de la temperatura exterior, sino que por el contrario se hace extrayendo la sangre del paciente y sustituyéndola por una especie de solución salina, que enfría el cuerpo del paciente hasta los 10ºC disminuyendo sus funciones vitales y reduciendo la necesidad de oxigeno del cuerpo. Las células necesitan suministro de oxígeno de forma regular para funcionar, por lo que, una vez el corazón deja de latir, estas dejan de recibir oxígeno. Una vez esto ocurre, el cerebro tan solo puede sobrevivir sin secuelas durante cinco minutos.

El Doctor Samuel Tisherman, el cirujano que liderará el equipo encargado de realizar estas pruebas en pacientes humanos, comenta que no le gusta el nombre de ‘animación suspendida’, ya que “suena a ciencia ficción”. Por el contrario, él y sus compañeros prefieren llamarlo ‘preservación de emergencia y reanimación’. Independientemente del nombre, esta asombrosa técnica desarrollada por el doctor Peter Rhee ha sido probada con cerdos con heridas muy graves, descubriendo que los animales a los que no se reducía su temperatura corporal morían. Por el contrario, el resto de cerdos a los que se redujo su temperatura hasta los 10ºC presentó una tasa de supervivencia del 90%.

El corazón de la mayoría de estos animales empezó a latir de nuevo una vez el cuerpo hubo recuperado su temperatura habitual, aunque otros cerdos necesitaron que se les reanimase, ya que su corazón no empezó a funcionar de forma automática. A pesar de ello, ninguno tuvo ningún tipo de secuela y se recuperaron perfectamente de sus heridas.

Si se confirma que el sistema funciona, este otorgaría a los cirujanos un tiempo extra vital para curar heridas de extrema gravedad e impedir la muerte del paciente. Por supuesto, si el paciente ha fallecido no habría ya ninguna posibilidad de devolverle a la vida. 

Las pruebas van a comenzar a realizarse de inmediato en diez pacientes con heridas extremas de armas de fuego o blancas que lleguen al hospital en paro cardiaco y no respondan a los intentos de reanimación.;Estos tipo de pacientes suele llegar habiendo perdido un 50% de su sangre y con unas esperanzas de supervivencia menores al 7%. 

(FUENTE: whatsnew.com)

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