domingo, 4 de agosto de 2013

Controlar animales con la mente, una fantasía hecha realidad



 

Hay días que después de leer algunas noticias ya no sabes si estás en la realidad, o directamente has pasado a vivir en una película de ciencia ficción. Al margen de lo que inunda las redes sobre tecnología, en la que mayoritariamente predominan las noticias relacionadas con la electrónica de consumo, muy de tanto en tanto aparecen algunos estudios, algunos desarrollos e investigaciones que son perturbadores y tremendamente impresionantes a partes iguales.

Es más, en ocasiones no tengo claro si la fantasía cinematográfica es fuente de inspiración de científicos, más que al contrario. En esta ocasión es la Universidad de Harvard la que nos sorprende con el desarrollo de una interfaz, una conexión cerebro a cerebro entre humanos y animales. Si, en este caso concreto con el que se ha probado es la comunicación directa entre humano y rata. Impresionante ¿verdad?

El experimento en sí ha conseguido establecer un método de conexión directa cerebro-cerebro que posibilita la estimulación de una parte concreta del cerebro para que “haga” algo. Hasta ahora lo más acostumbrados que estamos a interfaces de este tipo es a dispositivos que reconocen nuestros movimientos e interpretan lo que vamos o queremos hacer. Pero lo opuesto es mucho más complicado, porque para empezar no tenemos idea todavía de cómo el cerebro humano “codifica” los pensamientos, con lo que inocular o sugerir pensamientos es algo demasiado complicado.

Así que estamos ante un método que prácticamente se puede decir que se encuentra en fase embrionaria pero que ya ha dado como resultado lo que veis a continuación. Mediante pensamientos un humano ha sido capaz de mover la cola del ratón. Algo que parece una chorrada pero que con tiempo y más investigación puede traer avances en los que no se limite todo al movimiento aislado de una parte del cuerpo del “huesped”.

Lo cierto es que es bastante complicado entrar en detalles del funcionamiento de todo el tinglado, pero básicamente como hemos comentado anteriormente, se trata de excitar zonas cerebrales mediante la exposición a ultrasonidos. Un método llamado FUS (Focused Ultrasounds) que permite que se pueda trabajar en el área cerebral de forma no invasiva, algo muy positivo. Aunque cualquier humano podría mover la cola de la rata simplemente “generando” ese pensamiento, en este caso todo el mecanismo funciona a través de un patrón concreto que se genera por ordenador y que en el momento que el humano mira ese patrón, se dispara el ultrasonido.

Los investigadores ya trabajan en transmitir ideas más complejas, mejorar el sistema de transmisión y evidentemente (aquí viene uno de los puntos inquietantes) que la comunicación también pueda producirse a la inversa. Es decir, que el ratón pueda transmitir pensamientos al humano. El objetivo, además de todo lo absurdo que se te pueda ocurrir, es crear un sistema de comunicación bidireccional humano-humano. La idea de la ansiada telepatía estaría entre los objetivos, aunque también podría ser posible comunicarse con animales, por ejemplo. Aunque aquí mucho me temo que los límites se pueden transgredir. De ahí que sea tan interesante como preocupante las posibilidades de esta invesigación. ¿No os parece?

(FUENTE: omicrono.com)

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