domingo, 14 de octubre de 2012

¿Cómo lograr que un hombre te diga la verdad?


Olvida el sexo. Para sacarle la verdad podría no necesitarse más que un tubito de gel de testosterona.

Un estudio publicado esta semana en la revista científica de libre acceso PLOS ONE, revisó la influencia hormonal de la testosterona en el comportamiento social del hombre.

La testosterona es conocida por influir en el desarrollo cerebral y en la fisiología reproductiva del hombre, pero también juega un papel muy importante en su comportamiento social. Estudios recientes tienden a dejar de asociar a la testosterona con el comportamiento agresivo, pues apuntan a que más bien, la hormona esteroide se ha visto vinculado a comportamientos sociales menos egoístas en el sexo masculino.

El actual estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bonn en Alemania, revisó la conexión que había entre la testosterona y el acto de mentir interesadamente. La metodología fue la siguiente:

91 hombres saludables fueron divididos en dos grupos, de 45 y 46 respectivamente. Al primer grupo le fue administrado un gel placebo y al segundo, 50 mg de gel de testosterona.

Se trató de un experimento a doble ciego, en el que ni los individuos ni los investigadores sabían quién pertenecía al grupo de control (administrado con placebo) y quién al grupo experimental (testosterona).

Se les indicó a los hombres que formarían parte de una dinámica individual, en el que cada uno debía tirar un dado y reportar el número que le salió. Se les indicó que por cada punto que tiraran, ganarían un euro. Así, si tiraban sólo un número dos, ganarían dos euros, mientras que si tiraban un seis, ganarían seis. La dinámica fue planeada específicamente para que los participantes mintieran con el objetivo de recibir una mayor remuneración económica.

Resulta que existe una correlación importante entre los niveles de testosterona y el acto de mentir. En el estudio, los menores dividendos estaban asociados con niveles de testosterona altos. Mientras que ambos grupos mintieron, se registró que el grupo que había consumido testosterona había mentido sustancialmente menos que el otro.

La interpretación de los científicos sobre dichos resultados es que la hormona genera una preocupación por la autoimagen, intensifica la necesidad de orgullo en el hombre y lo lleva a evitar tipos de comportamiento considerados “inferiores” o deshonrosos.

(FUENTE: animalpolitico.com)

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