El fenómeno de «Mareas Vivas» también atrajo a los OVNIs en 1999

El 99 fue, sin duda, un año de revoluciones para Laxe (España). La localidad se convirtió en la protagonista de una de las series más exitosas de la televisión y mudó su nombre por el de Portozás, el idílico puerto pesquero en el que se desarrollaban las tramas de Mareas Vivas, la serie de Voz Audiovisual que fue pionera en el rodaje de escenas en el exterior y puso a Laxe en el mapa turístico de Galicia. Desde el primer capítulo, que se emitió en la TVG el 11 de enero de 1999, las cifras de audiencia fueron espectaculares y la localidad se convirtió en un auténtico imán para los seguidores de Currás, Ladislao y compañía. Por atraer, hasta atrajo a los OVNIs. En serio.

Tal día como hoy (también los anteriores y posteriores) de 1999, los vecinos y visitantes de Laxe se revolucionaron con el avistamiento en el cielo de una intensa luz a la que nadie pudo hallar una explicación. Como en los mejores capítulos de Expediente X (otra serie que triunfaba en aquellos tiempos), hasta los más descreídos creyeron. La noticia corrió como la pólvora y una noche llegó a reunir a cientos de entusiastas, entre ellos gran parte del equipo de Mareas Vivas, que también quisieron ser partícipes del encuentro interestelar. «Nunca llegamos a saber qué había sido aquello», dice trece años después entre risas el delegado en Galicia de la Real Liga Naval Española, José Manuel Pato, entonces presidente del Club Náutico de Laxe. Él, los cuatro tripulantes de un barco irlandés, un par de vecinos y un periodista, fueron los primeros en divisar la «señal» luminosa. Hubo mil explicaciones posibles; que si se trataba de las pruebas de iluminación de Mareas Vivas (el equipo negó tal cosa), que simplemente estaban viendo Venus, o que incluso podría tratarse de un globo sonda meteorológico. «Nunca quedó claro qué era, pero muchos marineros que vieron la luz aseguraron que jamás habían avistado nada semejante», recuerda José Manuel Pato.

El interés por el ovni de Laxe se desvaneció con el paso de los días (en realidad de las noches) igual que la intensa luz que, igual que empezó a verse, de repente, dejó de asomar por la localidad. Como recuerdo quedaron las noches de risas en el monte, con cientos de curiosos intentado resolver el misterio, y un capítulo de Mareas Vivas con un argumento muy similar a lo ocurrido esos días.

8FUENTE: lavozdegalicia.es)