domingo, 6 de mayo de 2012

Los espíritus de la mina La Prieta


Entre los recovecos de la mina La Prieta, los espíritus de los mineros que ahí murieron aparecen de pronto y aunque la mayoría de las personas los ven en las fotografías que se toman en el interior, existen testimonios de guías y visitantes que quedaron paralizados al verlos como sombras escurriéndose entre la oscuridad.

Hace diez años la mina La Prieta abrió sus puertas al público después de permanecer cerrada por más de veinte años y aunque el tiempo provocó daños en estructuras y edificaciones, hoy luce como si los años nunca hubieran pasado, conservando aquella maquinaria con la que se extraían los minerales del interior.

Esta mina inició operaciones en agosto de 1629, estuvo funcionando hasta 1974 y quedó concesionada hasta 1992, cuando el complejo cerró sus puertas. Sin embargo aunque quedó desolado el lugar, los espíritus de los miles de mineros que murieron bajo toneladas de tierra continúan laborando en el interior.

Una de las testigos de las apariciones de estos personajes es la misma guía de turistas Irma Hinojosa, quien en un recorrido realizado en noviembre de 2006, tuvo el primer contacto con los fantasmas cuando bajó al recorrido del lugar junto con 30 personas.

"Eran dos familias y cuando estaba en el frente norte giré mi cabeza y estaba a un lado un señor alto, delgado, con un pantalón caqui, que inclinó su cabeza y se fue al otro lado de la mina".

Por el impacto de ver aquel hombre tan grande, Irma enmudeció por media hora, y lo único que hacía era llorar, mientras una señora que también pudo observar al personaje, se puso a rezar hasta que la guía pudo hablar.

Otra de las apariciones es en la fotografía de una familia, en donde la guía que daba el recorrido a los visitantes, retrató a la pareja junto con su hija, y como era instantánea, cuál fue la sorpresa que al aparecer la imagen impresa en el papel, un hombre atrás los abrazaba.

El recorrido de la mina, además de los fantasmas que pueden aparecer, es impresionante al bajar 87 metros hasta llegar en un elevador al segundo nivel, donde el recorrido inicia con un altar a la Virgen de Guadalupe.

Al empezar a caminar por el largo túnel, al fondo se observan las herramientas que los mineros de antaño utilizaban para extraer los minerales de entre las rocas. Además existen maniquíes con uniformes mineros representando a aquellos hombres que dejaron su vida extrayendo materiales.

Continuando con el recorrido, están los mineros indígenas también representado dentro de la excavación, que incluso está una escalera que data de aquella fecha, cuando en lugar de elevadores se bajaba a pie. En total se recorren 250 metros y casi al finalizar el camino está el baño, que a diferencia de los que conocemos, es de madera, donde los mineros se subían a las tazas para hacer sus necesidades.

El trabajo sucio lo hacían los caballerangos, que eran los mineros más viejos que ya no podían realizar trabajos pesados, pero por la necesidad de alimentar a sus familias, los ocupaban para tirar los botes con excremento previamente cubiertos con cal.

Parte de la historia de Parral está en este lugar desde donde se puede observar toda la ciudad en el mirador donde está San José.

(FUENTE: oem.com.mx)

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