lunes, 7 de mayo de 2012

El arte de predecir sismos causa furor entre los chilenos


Todo comenzó con el anuncio de un sismo para el último fin de semana de marzo de este año. Así fue que apareció en escena Pedro Gaete, un autodenominado ingeniero civil y director de la ONG Observatorio Sísmico Solar, que, entrevistado en un programa de farándula, pronosticó para el país un devastador sismo de 9,2 grados.

De acuerdo con Gaete, la catástrofe se produciría por la oscilación del sol, la misma que, según él, fue la responsable de los grandes sismos del 27 de febrero de 2010, en Chile, y del 11 de marzo de 2011, en Japón.

"No voy a hablar de posibilidades, sino de certezas: el 100%", amenazó el "experto", que estableció que el terremoto se produciría entre los días 21 y 24 de marzo.

La noche del 24 de marzo, en medio de la fuerte sacudida de 5,3 grados que remeció la zona central del país, todos se acordaron de Gaete. Pese a que falló por casi 4 grados, asumió que su predicción se había cumplido y, no contento con ello, responsabilizó al presidente Barack Obama y al Pentágono de crear sismos artificiales a través del mítico proyecto Haarp. Con algo de delirio, también denunció haber sido amenazado de muerte, por lo que ya barajaba ofertas de asilo político en Irán, Rusia y China.

Desde el devastador sismo de febrero de 2010, la predicción de terremotos y tsunamis se ha convertido en una ocupación sumamente popular y lucrativa. Televisión Nacional de Chile tiene entre sus comentaristas estables al director del laboratorio de Investigación de Tsunamis de la Universidad Católica, Marcelo Lagos, que ha llegado a estar más de 12 horas ininterrumpidas en pantalla, por el alto rating que genera.

Si de certezas se trata, los sismos venden en Chile. Y eso es indiscutible. Las universidades comenzaron a apostar sus recursos a sus departamentos de geología y estudios oceánicos y sísmicos, las áreas que mayor visibilidad les dan en los medios, mientras que los canales de TV cada vez destinan más minutos a estos temas.

Los anuncios suelen coincidir con una alta demanda en la venta de linternas, radios portátiles y pilas, los tres elementos recomendados por los expertos.

Pero la onda sísmica no se restringe a programas científicos ni de noticias. También entró de lleno en los espacios de farándula, los de mayor penetración en las clases populares. Su máximo representante es el presentador Juan Andrés Salfate, que ha hecho toda una carrera del estudio de conspiraciones, invasiones y, últimamente, devastadores sismos.

La madrugada del 17 de abril, un fuerte movimiento telúrico volvió a despertar a buena parte de la población chilena. No pocos fueron quienes recordaron un anuncio hecho por Salfate la semana anterior, esta vez apoyándose en un equipo de publicistas brasileños llamados Quake Red Alert. La locura fue inmediata: los brasileños viajaron a Chile y estuvieron en las portadas de los diarios, en los matinales de TV y en los estelares de farándula, sentados entre modelos y actores, explicando poco y mal, algo que casi nadie entendió, pero que a todos les quita el sueño.

(FUENTE: lanacion.com.ar)

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