lunes, 16 de abril de 2012

El argentino candidato a presidente francés quiere colonizar Marte



Entre la decena de postulantes a la presidencia de Francia se encuentra un argentino, que nació y vivió en Buenos Aires hasta los 18 años y que sorprendió a todos por haber logrado inesperadamente validar su candidatura y sus propuestas.

Se trata de Jacques Cheminade, del partido Solidaridad y Progreso, sobre quien pesa un halo de misterio en torno a su figura, a sus apoyos y a muchas de sus excéntricas propuestas.

“La City y Wall Street están opuestos a la existencia de los Estados-naciones porque defienden a su pueblo. Eso es lo que pasó en Argentina luego de que el gobierno de (Carlos) Menem colaborara con esos intereses”, afirmó Cheminade.

“Hubo una ofensiva, pero fue muy interesante porque en Argentina hubo una combinación de resistencia que evitó la ocupación del país por esos intereses financieros”, agregó para enfatizar luego que ahora “la fuerza del trabajo, de la industria, el desarrollo y la justicia social dirigen de nuevo a un país y eso cambia todo”.

A una semana de la primera vuelta (la segunda será el 6 de mayo), los sondeos brindan al autodefinido como “gaullista de izquierda” una intención de voto de entre 0,5% y 1%. En su primera entrevista con un medio argentino, Cheminade aborda la conversación evocando “la unión latinoamericana actual” y, en esa línea argumental, calificó como “muy interesantes” las gestiones del presidente ecuatoriano Rafael Correa y de los argentinos Cristina y Néstor Kirchner.

“Es muy interesante la figura de Rafael Correa. Es el que más me identifica por su manera de gobernar. También Cristina y Néstor Kirchner, porque representan un punto de resistencia”, confió en una distendida charla en su modesto y antiguo departamento utilizado como centro de campaña.

“Misterioso”, “conspiracionista”, “ovni político” son algunos de los calificativos utilizados por la prensa francesa, que se pregunta por el halo sugestivo que rodea la financiación de su campaña e incluso algunos medios insinúan que su partido funciona como una secta.

“Se han ensañado conmigo porque ataco a la City y Wall Street, dos grandes lavaderos de dinero sucio del mundo. Los periodistas llegan todos con las mismas preguntas en sus cuadernos y todas traen las respuestas. Primero dijeron que era de extrema derecha, no entiendo por qué, pero creo que fracasan”, se defendió.

Y precisó: “Represento, en la historia de Francia, al gaullismo de izquierda”.

Nacido en Belgrano R, Capital Federal, pero “por ser alguien del medio de la burguesía comercial industrial en que estaba mi familia, viajé mucho y conocí bien el país”, explica antes de reconocer que ya no le quedan amigos en la Argentina pues hace 40 años que no regresa al país.

Según Cheminade, haber vivido en Argentina “me aportó muchísimo porque me permite ver a Francia desde un punto de vista exterior. Verlo al mismo tiempo con la razón y el corazón, ser más crítico de lo que sería un francés nacido aquí”.

Al regresar a Francia, Cheminade cursó los estudios clásicos para convertirse en un alto funcionario francés.

A comienzos de los ’70 obtuvo un puesto como representante comercial francés en Nueva York, donde conoció al hombre que influyó en su vida y al que hace referencia constantemente: el millonario estadounidense Lyndon LaRaouche, un defensor de la teoría del complot, condenado a prisión por evasión fiscal.

Cheminade pretende implantar en Francia las ideas de LaRouche, ultraconservador y sospechado de sectarismo, que se encuentra convencido de que la llegada al poder de Hitler en Alemania fue planificada por el Reino Unido.

Asimismo, sostiene que los atentados del 11 de setiembre en Nueva York fueron realizados por la administración Bush y que The Beatles fueron creados por los servicios de propaganda británica.

Hace un mes, cuando pocos lo esperaban, Cheminade sorprendió al obtener por segunda vez los avales para su candidatura: 500 firmas de algunos de los 47.000 alcaldes y otros cargos electos.

Es la segunda vez que se presenta. En 1995, Cheminade consiguió los avales para su candidatura y obtuvo el 0,28% de los votos.

El Consejo Electoral no validó los gastos de campaña, siendo el único candidato al que no se le reembolsaron los gastos, por lo que debió hacer frente a 1.730.000 euros. Sin embargo, Cheminade ordenó rápidamente su economía para en 1996 formar su actual partido, aunque no logró presentarse en las elecciones de 2002 y 2007.

“Mas allá de los votos que obtenga, que no serán muchos, durante esta campaña contribuí a que el pueblo francés conozca mis ideas y a que algunos candidatos las retomen, como el socialista Francois Hollande”, por quien aseguró votará en la segunda vuelta.

¿Visionario o gurú?

Entre sus propuestas se destacan algunas tan disímiles como llamativas: abandonar el euro como moneda y crear la moneda “euro-franco politécnico”; la salida de la OMC y del FMI y la colonización de la Luna y Marte, lo que le valió ser el centro de las bromas en las emisiones satíricas televisivas.

“No entiendo cómo puede resultar gracioso. Se trata de pensar en las generaciones futuras, pensar el mundo de mañana a largo plazo”, se justificó.

Pero no fue lo único: durante la campaña relacionó a la corona inglesa con el narcotráfico. Sus declaraciones fueron retomadas por numerosos medios en todo el mundo pero en Francia pasaron desapercibidas.

Asimismo, sostiene que el gobierno de Nicolás Sarkozy es “una derecha oportunista financiera” que “trata de adaptarse a todas las situaciones, sin temor a las contradicciones internas y busca guardar el poder por todos los medios”.

Cheminade, un candidato indescifrable para muchos, visto como el gurú de una secta, no duda en hacer un último reclamo para cerrar la entrevista: que los franceses que viven en América Latina no duden en votarlo.

(FUENTE: losandes.com.ar)

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