domingo, 8 de abril de 2012

Curar el desamor, un negocio que crece y mueve millones


El psicoanálisis, lo más elegido tras una ruptura. Cada vez más gente acude al diván para superar la pena que provoca el final de una relación. Pero El mercado ofrece muchas alternativas: desde libros e hipnosis hasta tratamientos de dudosa eficacia.

Los corazones rotos no deambulan por ahí. Tienen un destino cierto: el diván. Cada vez más personas acuden a un psicólogo para atravesar el duelo de una ruptura, según se desprende de una ronda de consultas a psicoanalistas realizada por Clarín . Los especialistas coinciden en que el mal de amor es el mayor detonante de visitas, por encima de la muerte. Pero el mercado es generoso y así como la demanda aumenta, también la oferta se dispara: crece la alternativa de la hipnosis, un desprendimiento de la psicoterapia cuya eficacia siempre se discute. Pero también otros métodos de credibilidad variable –desde medicinas alternativas hasta coaching, control mental y videncia– y se publican pilas de libros que proponen superar el trauma de diversas formas. Tanta variedad, de una intensidad que satura, dibuja los contornos de una industria dinámica que en la Argentina mueve millones de pesos.

Gabriel Rolón, psicoanalista, lo confirma: asegura que el mal de amor es el primer motivo para ir al psicólogo, en tiempos en que el uso de redes sociales y mensajes de texto provocan más separaciones. “Si cada vez más gente viene, es por eso: porque las tecnologías facilitan las rupturas. Cuando la gente se da cuenta de que en soledad no logrará resolver su problema, cuando no puede con su dolor, en ese momento tiene que consultar. Entonces elige el psicólogo. Eso es algo muy instalado en la Argentina”, explica Rolón.

Ana Esther Krieger, psicoanalista, precisa: “Las consultas que recibo aumentaron muchísimo. Luego de una separación tiene que haber reordenamiento psicológico. A veces se hace solo. Pero cuando dura la melancolía, el duelo se vuelve patológico y hay que consultar”.

Para Rolón existen dos tipos de terapias: “La breves focalizadas, que duran de seis meses a un año, y las globales, que duran varios años”. El psicoanalista explica que se hace en general una sesión por semana a 250 pesos promedio. “Pero algunas prepagas cubren 30 sesiones anuales, para las que hay sólo que gastar 30 pesos por cada una”, explica.

Mercedes Ruiz Diaz, 30 años, hizo psicoanálisis dos veces por semana durante dos años tras una separación: cerca de 200 consultas. “Al principio, hablaba mucho de mi ex, lloraba y el psicólogo intervenía poco. Luego intercambiamos más y me ayudó mucho”, dice.

Más allá de la variedad de alterntivas (ver aparte) y de cualquier método que se elija, Adriana Guraieb, quien dicta seminarios sobre el tema, dice que lo primero que hay que hacer no es novedad: llorar. Después, tiempo. La psicoanalista Mónica Cruppi dice que no hay que pretender superar el duelo en dos días. Krieger destaca que no se trata de olvidar lo que pasó, porque se enterraría parte de la propia existencia. Para Harry Campos Cervera, psicoanalista, el trabajo permite darse cuenta de “que se tiene la capacidad de amar otra vez”.

Los libros acompañan. El escritor Fabio Fusaro publicó Mi Novia – Manual de Instrucciones y Mi ex novia . Hay también publicaciones de autores europeos, como 7 pasos para olvidar un amor o Supéralo, Cómo sobrevivir a una ruptura y ser feliz o Cómo olvidar un amor , guía para encontrar un nuevo amanecer o Cómo olvidar un amor en 15 días . Cuestan entre 30 pesos y 30 dólares. Y se venden bien. Pero Fusaro, sin embargo, cree que prometer resultados rápidos es una estafa. Rolón, en cambio, recomienda literatura: “Más nos dicen sobre el amor Los Miserables o La Divina Comedia que los libros de autoayuda”.

La hipnosis, método alternativo y controvertido, es una de las prácticas más antiguas de la psicoterapia. “El 40% de mis pacientes viene a tratar el desamor. Las visitas aumentan de modo alarmante”, explica la hipnoterapeuta Marcela Escobedo. Dice que se necesitan entre uno y 10 encuentros, que cuestan 220 pesos la hora. El psicoanalista Campos discrepa: “La hipnosis cumple consignas, pero no cura. Freud la abandonó porque no lograba vencer la resistencia a la cura”. Pero Escobedo insiste: “La hipnosis clínica tiene fundamento científico. Utiliza el psicoanálisis como base”.

Gastar o no gastar es la cuestión. ¿Cuánto dinero? ¿De qué modo? ¿Para qué? Para evitar el dolor, que puede volverse físico.

Guraieb explica que una pena de amor baja las defensas del cuerpo y las consecuencias dependen de la fortaleza de cada uno. “Puede dar una gripe, pero también hipertensión o diabetes, cáncer o un ACV. Lo peor que puede pasar, si el cuadro emocional es muy patológico, es el suicidio. Y hay personas que son tan frágiles que se cierran al amor para siempre”, dice. Rolón precisa que no deben desesperarse: “Tienen que saber que existe un espacio terapéutico para eso”. Pero también que todo tiene precio.

(FUENTE: clarin.com)

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