miércoles, 29 de febrero de 2012

Creyentes haitianos celebran con temor el "día fantasma de febrero"



A golpes de tambores, caracoles, cantos ancestrales y bebidas, los sacerdotes del vudú en Haití recibieron hoy el 29 de febrero, el día fantasma, que aparece cada cuatro años trayendo malos augurios para los creyentes.

Un día como este en 2004, un golpe de Estado, derrocó por segunda vez al presidente Jean Bertrand Aristide, con lo que se inició un período de inestabilidad política y social con saldo de decenas de muertos.

La destitución violenta del primer mandatario electo democráticamente aquí, y la posterior intervención de los cascos azules de Naciones Unidas, confirmó a los huogán (sacerdotes del vudú) las fuerzas negativas que, en su opinión, gobiernan este día: las de Ogún Fai, el mariscal de las tormentas.

A ese guerrero furibundo, amo de los ciclones y las batallas, los desastres y las tempestades atribuyen los haitianos temblores de tierra y ciclones, enfermedades de la piel y digestivas y también los problemas en el gobierno y la inestabilidad política.

Para dar más cuerda a la leyenda, el país se encuentra sin jefe de Gobierno desde hace cinco días tras la renuncia del primer ministro Garry Conille y la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) teme un incremento de la violencia.

La propia Minustah es una de las secuelas del 29 de febrero de 2004, cuando uno de los generales golpistas, Boniface Alexandre, reclamó la intervención de la ONU para controlar la violencia tras el derrocamiento de Aristide.

Naciones Unidas envió entonces a la nación caribeña un contingente de efectivos de Estados Unidos, Francia y Canadá, la llamada Fuerza Multinacional Provisional, que devino Minustah dos meses.

A ese contingente militar se le atribuyen abusos de poder, violaciones sexuales de jóvenes y la epidemia de cólera que ya dejó más de siete mil muertos y contagió a más de 500 mil personas.

"Ogún, Fai Ogún, oh! Damballah m 'ap tiré canon!" será el conjuro que repetirán una y otra vez los creyentes durante este día, una oración que llama los buenos espíritus y las mejores intenciones para el pueblo más pobre de todo el continente americano.

FUENTE: prensa-latina.cu)

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